El Madrid que viene tras la pandemia del coronavirus

Una boda con mascarillas
Una boda con mascarillas |Europa Press

Basta un segundo para cambiarlo todo. Con que 100 días dan para mucho. Ha habido cambios, muchos cambios, y algunos han llegado para quedarse. Nuestras vidas de antes ya no serán las mismas tras el paso de la pandemia del coronavirus.

Ahora nos miramos con más miedo, olvidamos los besos, y a veces nos evitamos al coincidir en una acera estrecha. No salimos de casa sin la mascarilla y un pequeño bote de gel hidroalcohólico en el bolsillo. Nuestras rutinas son diferentes. Pero... ¿será transitorio o será para siempre?

Qué objetos llegaron para quedarse

La mascarilla, los guantes y el gel hidroalcohólico llegaron para quedarse. Estos son los 'objetos del covid-19':

  • El gel hidroalcólico: el gel desinfectante fue el primero. Los primeros días desaparecían de las estanterías de los supermercados en cuestión de minutos. Encontrar alguno se convirtió en una misión bastante compleja. Poco después, volvimos a encontrarlos. Hay quien atesora geles desinfectantes en su casa de forma compulsiva, y quien no sale de casa sin uno de ellos en el bolsillo. Las dudas comenzaron a surgir: ¿será mal abusar de él? ¿O peligroso? Más allá de la posibilidad de resecar la piel, parece que de momento sus bondades superan a sus posibles inconvenientes.

  • Guantes: es difícil encontrar una caja de guantes de nitrilo en los supermercados. A la fiebre del gel desinfectante le siguió el de los guantes. Los llevamos a todas partes y no parece que vayan a dejarnos. Sin embargo, los expertos insisten: los guantes también pueden infectarse. Es más eficaz el lavado de manos.

  • Mascarillas: son algo incómodas y en ocasiones provocan rozaduras en la piel, pero estamos acostumbrándonos a ellas poco a poco y serán nuestras compañeras diarias durante mucho tiempo. Más aún desde el día 21 de mayo, en que su uso comenzó a ser obligatorio en lugares cerrados o en lugares abiertos en donde no se pueda mantener la distancia de seguridad interpersonal. Las mascarillas pueden ser quirúrgicas o de FFP2.

Saludos sin contacto

Atrás quedaron las celebraciones envueltas en abrazos y besos. Ahora los saludos son distantes, y los encuentros, también. En muchos lugares se han 'inventado' un nuevo 'choque de codos' para sustituir al clásico apretón de manos, o se apuesta por intensificar las miradas como nuevo sistema de comunicación.

Lo cierto es que el miedo al virus ha llevado a muchas personas a mantener una distancia a la que no estábamos acostumbrados, y a inventar nuevas formas de saludarse sin poner en riesgo su salud, como este 'choque de pies' que ya empieza a popularizarse en China:

Las residencias no serán las mismas

Las residencias de ancianos han sido las más vulnerables, las más afectadas por el coronavirus. Se calcula que el 88% de los fallecidos por covid-19 tenían más de 70 años y muchos eran residentes de estas instalaciones.

Por este motivo, la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, decidió medicalizar 204 residencias de la Comunidad de Madrid, para poder tratar y controlar el virus de forma más eficaz. Veinticinco de ellas son del AMAS y 179 privadas.

Durante la pandemia también se demostró que los hoteles podían ofrecer servicios como 'hospitales improvisados' para enfermos leves de covid-19. Y hasta el recinto Ferial de Ifema se convirtió en un enorme hospital, que supuso el desahogo que todos los servicios de urgencias de los hospitales madrileños necesitaban.

Centros de salud y hospitales más preparados

Si hay algo que esta pandemia nos demostró a todos es que no estábamos preparados. Las urgencias de los hospitales no tardaron en colapsar ante la avalancha de enfermos por covid-19 que llegaron, sobre todo, durante el mes de marzo. Esto demostró ciertas carencias y muchas necesidades. No solo por el hecho de tener que buscar instalaciones para que pudieran prestar servicios hospitalarios durante esos días, como hicieron algunos hoteles y el recinto de Ifema.

La Comunidad de Madrid anunció la construcción de un hospital para este otoño, pensado para pandemias y atención de enfermedades víricas. Un hospital con más espacio para las UCI,s, con más camas. Y que cuente con todas las medidas de prevención y seguridad necesarios para evitar la propagación del virus entre la población más expuesta: los sanitarios.

El nuevo hospital de emergencias de Madrid tendrá 50 puestos de UCI
El nuevo hospital de emergencias de Madrid tendrá 50 puestos de UCI
El nuevo hospital de emergencias de Madrid tendrá 50 puestos de UCI

El nuevo hospital de emergencias de Madrid tendrá 50 puestos de UCI

Los Centros de Salud y de atención primaria cobrarán una mayor relevancia. A partir de ahora también contarán con todos los medios para diagnosticar y tratar el virus.

Teletrabajo y telecole: el futuro que llegó

La nueva pandemia ha supuesto el triunfo del mundo virtual. El trabajo se trasladó a las casas y el colegio, también. Con los dos, con el teletrabajo y el telecole, llegaron los primeros problemas: la conciliación familiar. Pero más allá del estrés generado por esta 'novedad' en el hogar, el colegio pudo seguir adelante y el trabajo, también. Muchas empresas se han dado cuenta de que pueden funcionar con sus empleados 'a distancia'.

La conciliación familiar, inexistente con el covid-19
La conciliación familiar, inexistente con el covid-19
La conciliación familiar, inexistente con el covid-19

La conciliación familiar, inexistente con el covid-19

La única comunicación que podíamos tener durante los primeros días del confinamiento derivado del estado de alarma era online: videollamadas, videoconferencias... conciertos en streaming. El mundo se ha conseguido mantener unido gracias a las nuevas tecnologías. Las compras online se han disparado e Internet nos ha demostrado su titánico poder para superar la crisis y ayudarnos a sobrellevar de la mejor manera posible estos días de aislamiento.

Un mundo 'señalizado'

Una de las medidas esenciales que han demostrado su eficacia para mantener 'a raya' al coronavirus es el distanciamiento interpersonal. Dos metros. Uno y medio como mínimo. Es el espacio que debemos dejar entre los asientos en una sala de espera o en el transporte público, en la cola de un supermercado y hasta en las aceras. Una distancia que ha originado un auténtico 'aluvión' de señales que han llegado para quedarse y cuyo objetivo no es otro que recordarnos la importancia de respetar esta medida.

Señal de distanciamiento interpersonal en el Hospital Fundación Jiménez Díaz / Telemadrid
Señal de distanciamiento interpersonal en el Hospital Fundación Jiménez Díaz |Telemadrid
Señal de distanciamirnto en un centro comercial / Telemadrid
Señal de distanciamirnto en un centro comercial |Telemadrid

La decoración de las casas

Durante esta pandemia el balcón o la terraza han recuperado su lugar en la casa. Un espacio de auténticos 'privilegiados', un lugar donde poder respirar y sentir el contacto de la calle sin salir. Y tantas horas encerrados en casa nos han llevado a 'redecorar' la vivienda: más espacio para las zonas de descanso o confort, un rincón para una bicicleta estática o algún elemento para hacer deporte... Ante todo, hemos aprendido a disfrutar más de nuestro hogar.

A partir de ahora se buscan viviendas con otros requisitos, porque las prioridades han cambiado. En la lista de 'esenciales' antes de comenzar a vivir en un nuevo edificio, están la terraza, la luminosidad y los espacios comunes. Según los expertos en inmobiliarias, el futuro es de las viviendas en la periferia, ya que en Madrid no hay tantas opciones de casas con balcón amplio y luz suficiente.

Los hoteles del presente

Atrás quedaron los buffet libres en donde había que armarse de paciencia para conseguir un plato caliente ante la cantidad de personas que se agolpaban ante las bandejas. Se acabaron también las piscinas con decenas de niños saltando a la vez. Se acabaron las moquetas en los pasillos y las 'discopeques' vespertinas para los más pequeños.

Los hoteles se tienen que adaptar a una nueva realidad que les obliga a hacer grandes cambios. Entre ellos, el uso de tarjetas para abrir las puertas, la limitación del uso del ascensor para familias o individual, la supresión del buffet de comida o la reducción del aforo de la piscina en un 30%.

El mundo deportivo 'sin ambiente'

Nos queda por comprobar cómo se adaptan a esta 'nueva normalidad' generada por el coronavirus los grandes eventos deportivos. Partidos de fútbol a puerta cerrada o con un aforo limitado, una mayor desinfección de las instalaciones... De momento, cuesta 'ver' este presente, tan distinto a como lo conocíamos hasta ahora.

Los partidos de fútbol que ya arrancaron en otras ligas europeas ponen en relieve lo que todos sabíamos: la vida del deporte en general depende sus seguidores. Sin público, el silencio del vacío entristece por completo el espectáculo.