La gestión de la crisis en Reino Unido en cuestión, con más de 20.000 muertos

La gestión de la crisis en Reino Unido en cuestión, con más de 20.000 muertos
La gestión de la crisis en Reino Unido en cuestión, con más de 20.000 muertos |EFE

El número de muertos por la COVID-19 en el Reino Unido alcanza ya los 20.319, según datos de este sábado, que ponen en cuestión la estrategia implementada desde el inicio de la pandemia por el Gobierno de Boris Johnson.

Esta cifra de muertos por coronavirus en hospitales asesta un duro golpe a la ya criticada gestión en esta crisis del Ejecutivo, que el pasado mes ambicionaba "limitar" los decesos por la pandemia a "20.000 o menos".

Así lo señaló el pasado 17 de marzo el asesor científico Patrick Wallace y sus palabras resuenan ahora ante la evidencia de cómo está evolucionando la situación.

Lejos de alcanzar esa meta, el Reino Unido se convirtió hoy en el quinto país del mundo que supera los 20.000 fallecidos (813 en las últimas veinticuatro horas), después de Estados Unidos, Italia, España y Francia.

"Cuando hicimos ese comentario hace unas semanas, enfatizamos que este es un virus nuevo, una pandemia global, una crisis sanitaria de las que suceden una vez en un siglo. Y que iba a ser un desafío enorme, no solo para el Reino Unido, sino para todos los países", recordó hoy el director del servicio médico nacional NHS England, Stephen Powis.

Según el experto, se espera que los números sigan subiendo y se alcancen las 30.000 defunciones "antes de finales de mayo".

Paul Hunter, profesor de Medicina de la Universidad británica de East Anglia, no descartó hoy que la cifra real de fallecidos doble a la divulgada, ya que los datos oficiales no incluyen las muertes registradas fuera de centros médicos nacionales.

Hunter anticipó, en declaraciones a medios locales, que el Reino Unido "sin duda tendrá una de las mayores tasas de muerte (por el virus) en Europa".

Ante este escenario, la ministra británica de Interior, Priti Patel, ha pedido a los ciudadanos que continúen "siguiendo el consejo (del Gobierno) de quedarse en casa, proteger el servicio público de sanidad y salvar vidas", mientras, ha asegurado, el Ejecutivo trabaja para poder "regresar a la normalidad" lo antes posible.

Piden más transparencia

Además de digerir la noticia, el Gobierno ha tenido que dar explicaciones frente a la indignación provocada por la presencia del principal asesor del conservador Boris Johnson, Dominic Cummings, en reuniones del organismo científico independiente que aconseja al Ejecutivo en su gestión de la pandemia, el llamado Sage, como ha destapado el diario 'The Guardian'.

La asistencia a esos foros de Cummings, junto con el científico Ben Warner, que trabajó con él en la campaña a favor del Brexit, y confirmada por Downing Street (residencia y despacho oficial del primer ministro británico), daña la "confianza" ciudadana en ese organismo independiente, lamentó hoy el responsable de Sanidad del opositor Partido Laborista, Jonathan Ashworth.

Peticiones para relajar el confinamiento

Por otro lado, el exministro de Economía Philip Hammond hizo hoy otro llamamiento al Ejecutivo para que detalle cuáles son sus planes para comenzar a relajar las actuales medidas de confinamiento y reactivar la actividad económica.

Según sostuvo el diputado, el Reino Unido no puede "permitirse" esperar a que haya una vacuna contra el virus.

"La realidad es que tenemos que empezar a reabrir la economía, pero tenemos que hacerlo conviviendo con la COVID. No podemos esperar a que haya una vacuna y se produzca en cantidades suficientes para que llegue a toda la población. La economía no sobrevivirá tanto tiempo", advirtió.