Melbourne, la época victoriana y la mentalidad 'aussie' se llevan bien

  • La combinación de vida en la calle, playas e historia la colocan como una de las urbes con mayor calidad de vida del mundo

La segunda ciudad más poblada de Australia lleva varios años a la cabeza del ránking de urbes con mayor calidad de vida del mundo. Playas, naturaleza y vida en la calle al otro lado del planeta, donde muchos madrileños han encontrado su sitio.

Comenzamos nuestro recorrido con María en Swanston con Flinders y Federation Square, el auténtico kilómetro 0 de la ciudad y punto de encuentro para autóctonos y turistas. Desde las alturas se aprecia perfectamente el skyline, el puerto o Albert Park, donde se celebra el primer gran premio de Fórmula 1 del año.

De nuevo en tierra, Melbourne nos permite disfrutar de una bella estética victoriana de mediados del siglo XIX, como la de la galería comercial The Block Arcade, pero también de zonas cosmopolitas como Hosier Lane, llena de graffitis.

El Ayuntamiento o Chinatown son otros atractivos de una ciudad en la que nos podemos mover con facilidad gracias a sus 250 kilómetros de tranvía.

Maite y su familia nos enseñan Saint Kilda y Brighton Beach, dos de las playas más famosas de Melbourne. Visitamos el enorme mercado Queen Victoria, el más grande el hemisferio sur, y South Bank, el distrito financiero de la ciudad, donde se encuentra la Torre Eureka, que durante muchos años fue el edificio residencial más alto del mundo, con 300 metros de altura.

Cristina nos muestra el turístico Puffing Billy, el tren a vapor más antiguo de Australia que se encuentra al este de la ciudad, y el bosque de Sherbrooke, donde crecen a sus anchas los eucaliptos más altos del mundo. Visitamos

también la Universidad de Melbourne, una de las más prestigiosas del mundo, y el Museo de la ciudad, que acoge espectaculares restos de dinosaurios.

Marta nos habla de la burbuja inmobiliaria que vive Melbourne en los últimos años y nos lleva a Sorrento, a una hora de la ciudad, ya junto al mar de Tasmania. Y no nos podemos ir de Australia sin ver a sus símbolos naturales, canguros y koalas.

RECOMENDACIONES DE VIAJE

Documentación: Pasaporte con una validez mínima de 6 meses.

Visado: Los ciudadanos españoles deben solicitar un visado electrónico para entrar en Australia como turistas. Existen dos tipos, el eVisitor (gratuito) y el Electronic Travel Authority, que cuesta 20 dólares australianos. Estos visados permiten permanecer en Australia, por turismo o negocios, por espacio de hasta tres meses tantas veces como se desee durante un periodo de 12 meses.

Vacunas: No son obligatorias.

Moneda: Dólar australiano. El cambio (diciembre 2016) está en 1 € = 1,45 dólares.

Seguridad: Las condiciones de seguridad son buenas, especialmente en zonas urbanas o con cierta densidad de población. Se pueden producir robos en algunas localidades turísticas, pero no es habitual.

Sanidad: La asistencia sanitaria en general es buena. Es recomendable contratar un seguro médico de viaje de amplia cobertura y que incluya gastos de repatriación, pues la asistencia médica gratuita sólo cubre a nacionales australianos. La asistencia privada a menudo exige el pago antes de realizar las prestaciones médicas necesarias, lo que plantea serios problemas en caso de accidentes u otras emergencias. Debido a su situación geográfica y la intensa radiación solar, Australia es el país con una mayor incidencia de cáncer de piel, por lo que se recomienda el uso de protectores solares con un SPF alto.

Datos útiles: En Australia se conduce por la izquierda y los vehículos tienen el volante a la derecha. Se puede conducir durante tres meses con la licencia española acompañada de un Permiso Internacional de Conducción que se puede obtener en la DGT. Si se sale de las grandes ciudades y se realizan excursiones, es conveniente viajar en grupos organizados, puesto que se trata de un país con una gran extensión de terreno y escasamente habitado. En el estado de Victoria los incendios forestales suponen un riesgo considerable en los meses estivales.