Doris Salcedo homenajea a los refugiados con 'Palimpsesto' en el Palacio de Cristal del Retiro

  • "Mi obra no es nacionalista. Me interesa lo humano"

La escultora colombiana Doris Salcedo ha presentado su nueva obra 'Palimpsesto' que, situada en el Palacio de Cristal del parque del Retiro (Madrid), tiene el objetivo de poner nombre y apellidos a todos aquellos refugiados "que pierden su vida cruzando el mediterráneo", y de convertir el palacio en "un lugar de memoria". Se podrá ver hasta el 1 de abril de 2018. "Mi obra no es nacionalista, eso no me interesa, me interesa lo humano", ha asegurado tras apuntar que se trata de resaltar la vida de todos aquellos que "ya no tienen vida" pero que habrían sido capaces de "amar, bailar y llevar una vida plena" como cualquiera.

Así, con la ayuda de su equipo técnico de Colombia y mediante "una estudiada ingeniería hidráulica", del suelo surgen gotas de agua que lentamente se unen y van formando los nombres de estas personas. "Como escultora intento trabajar con materiales tan delicados y frágiles como la vida misma", ha señalado Salcedo.

Este proceso crea una secuencia entre la visibilidad e invisibilidad de los nombres de las víctimas, ya que pasado un tiempo el agua es reabsorbida por la superficie haciendo que desaparezcan las grafías y así sucesivamente con el objetivo de metaforizar la violencia de las políticas de olvido, según ha explicado.

Se trata del resultado de un trabajo de documentación entre "la experiencia de las víctimas" y el conocimiento de expertos en ingeniería. "Existe una complicidad técnica. Es paradójico puesto que desde Colombia hemos trabajado con mediadas precarias y al final hemos logrado la sutileza y delicadeza que nos permite ver estos nombres con su brillo y sentido completo", ha aseverado.

La artista ha relatado que el proyecto comenzó cinco años atrás cuando empezó a hacer entrevistas a madres que habían perdido a sus hijos de esta manera. "Lo que más me marcó fue el llanto, como grandes inundaciones", ha expresado para apuntar que "trató de ser fiel a ello".

Para ella, el agua en esta obra representa, por un lado "el medio en el que mueren", y por otro lado, una las lágrimas, que en este caso "surgen de la propia piedra". "Inducimos a estas personas en el género humano al llorarlos", ha expresado.

NEGACION DE AYUDA POR PARTE DE EUROPA

Según relata, el trabajo de documentación para encontrar los nombres de las víctimas fue "un proceso muy complicado" puesto que las organizaciones de Europa a las que recurrió "le negaron la ayuda y la información".

"Pienso que hay una intención consciente de negar o minimizar el drama que vivimos", ha expresado para explicar que finalmente obtuvieron la información visitando cementerios en Grecia e Italia y a través de la prensa turca y Siria.

Salcedo ha recalcado que, a su juicio, "no se pueden superar las grandes tragedias de la humanidad" puesto que "son heridas que se mantienen". Para ella, esas heridas deben ser repensadas para construir "un presente sobre las ruinas" con una conciencia y un afecto diferente.

"El olvido y la mala memoria acerca del dolor del otro es una ignorancia buscada. Esas muertes son trivializadas", ha expresado para asegurar que "la causante de esa tragedia es la indiferencia del resto de la sociedad", tratándose a su juicio de "violencia política".

Asimismo, el objetivo de la escultora es que 'Palimpsesto' funcione como una especie de "contra monumento", que se oponga a los espacios "privilegiados de conmemoración que exaltan la identidad nacional, racial o religiosa". "Me parecía importante hacer una obra así desde un país que se conoce por estereotipos negativos. Es una obra que excede la identidad", ha señalado.

En este contexto, ha matizado que a su juicio, "hay intereses políticos y económicos" que hacen que el sistema no reconozca estas vidas. "Es muy difícil que la humanidad, acostumbrada a un cierto confort y riquezas, de pronto decida que va a reconocer aquellas vidas que siempre despreció. Este el sistema en el que vivimos, y por ello el arte debe señalarlo", ha concluido.

Al acto ha asistido también el presidente del Museo Nacional Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, quien por su parte ha agradecido a Salcedo la labor realizada definiéndola como "una de sus mejores obras". "Es un monumento a lo que no se conoce, un espacio afectivo de conmoción común y empatía con aquellos que ya no están", ha expresado.