El director Bertrand Tavernier rinde homenaje a las películas de su vida

El director francés Bertrand Tavernier lleva este viernes 26 de mayo a los cines españoles 'Voyage à travers le cinéma français' ('Las películas de mi vida'), un homenaje a las cintas más importantes del cineasta. "Vivimos una época en la que somos avaros en admiración, hay una especie de cinismo en el aire y cuando admiras pareces inocente y naif", señala a Europa Press el cineasta galo, quien afirma que sintió ganas de dar las "gracias" a "los cineastas y actores" que le han dado "tanta felicidad" y que han "iluminado" su vida.

De Jean Renoir a Claude Sautet, de Henri Decoin a Jacques Becker, pasando por François Truffaut, Jean-Luc Godard, Louis Malle y muchos otros, Taviernier presenta las películas, los directores y los diálogos que más han influido en su trayectoria, en más de tres horas de metraje.

Taviernier ha precisado que se trata de su "viaje particular" y de sus "descubrimientos" porque no se considera "ni crítico de cine ni historiador". Por este motivo, se resiste a hablar de aquellas películas realizadas en el siglo XXI que pasarán a la posteridad ni de aquellas cintas de culto que a su juicio no merecen tal título. "No tengo una bola de cristal y es un trabajo de periodistas, no el mío", ha zanjado.

Tampoco se siente capaz de señalar cuál es la película que le hizo enamorarse del cine. "No es una son cien mil, porque fue el cine lo que me hizo que me enamorara del cine. Sé que esta de moda que en los periódicos se reseñe un director u obra, pero para mí es imposible", ha indicado.

El director de 'La vida y nada más' (1989) y 'Hoy empieza todo' (1999) ha señalado que la función de esta película no obedece a la "nostalgia", sino a la "admiración" y a la "pasión" porque "las batallas que llevan adelante todos estos cineastas" le han permitido hacer películas "de manera muy libre y a veces quizás de una manera más libre de la que podían hacerlo ellos", según ha resaltado.

LAS PELICULAS "NO SON PIEZAS DE MUSEO"

Tavierner agrega que su admiración "ha crecido" respecto a algunos cineastas a medida que hecho películas porque ha visto "cuál tuvo que ser su lucha y combate en su época, contra la censura, los productores, los exhibidores o incluso a una especie de pereza intelectual".

En este sentido, ha señalado que esta película sirve también para demostrar que las películas "no son piezas de museo" sino que hablan del país y de la historia. "Las buenas películas tienen una vida eterna. Siempre nos enseñan cosas, no solo por los temas que tratan sino en las búsqueda artística y estética que tienen, en la libertad de tono", ha agregado.

En su opinión, el cine está repleto de "testimonios extraordinarios" que hablan de cosas que siguen siendo actuales, como es el mundo del trabajo --en referencia a las protestas contra la reforma laboral que vivió hace unos meses Francia--; la "conducta escandalosa de algunos grandes jefes y empleadores" y "el fracaso de los dirigentes políticos".

"Vivimos una época que nos hace muy pesimistas, con políticos extremadamente malos, da igual si son de derechas o de izquierdas, con una cobertura internacional que es terrible", ha criticado Taviernier, quien alaba la manera en la que ciertos autores franceses "combaten la vida pública" y la "esperanza" que le da el trabajo de ciertas "asociaciones y grupos de personas".