La versión de "El burlador de Sevilla" de Ortiz de Gondra da voz a la mujer

La versión de "El burlador de Sevilla" de Ortiz de Gondra da voz a la mujer
"El burlador de Sevilla" de Ortiz de Gondra |Telemadrid

La inquietante versión que Borja Ortiz de Gondra ha hecho del clásico de Tirso de Molina "El burlador de Sevilla" para la CNTC ahonda desde la actualidad en el abuso y la injusticia hacia la mujer y saca a la luz la palabra olvidada de las víctimas que "el arrogante seductor" va dejando a su paso.

La directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), Helena Pimenta, ha presentado en su sede, el Teatro de la Comedia, la obra. El "poema dramático" que es "El burlador de Sevilla", ha explicado Pimenta, traslada la acción a la actualidad que Tirso imaginó hace 400 años y acentúa las distintas facetas de un mito que enfrenta "a los miedos y pasiones" del individuo como miembro de la sociedad.

Este montaje, que interpretan, entre otros, Pepe Viyuela y Raúl Prieto, de "El burlador de Sevilla", llevada a escena por la CNTC por última vez en 2003, parte de la idea de que "todos somos" don Juan "de una manera u otra" y pone de relieve "una psicopatía cotidiana que pasa cuando nos deja de importar el otro", según su director, Josep María Mestres.

En este Burlador la peripecia de don Juan "inquieta e intranquiliza" y esa es "su valiosa utilidad", según Mestres, para quien las mujeres de esta obra son de "una modernidad radical para su época; son activas y denuncian a su agresor" y descubren "convicciones y comportamientos machistas seculares".

Ortiz de Gondra, autor de uno de los éxitos de la temporada pasada, "Los Gondra", ha querido resaltar el papel y el valor de "mujeres que no son pobres, ni vírgenes; mujeres que tienen voluntad, saben lo que quieren y algunas incluso son burladoras", ha dicho.

Para cimentar su visión "no le ha quedado más remedio que quebrar el silencio y conceder" a esas mujeres "burladas y enmudecidas" "el verbo" que Tirso "no quiso prestarles".

A "sus" mujeres, Ortiz de Gondra le ha dado voz para descubrir que Isabela es "una burladora burlada a quien don Juan atrapa en su propio juego"; que Tisbea es "una arrebatada de amor que da el primer paso para seducirle invitándole a su cabaña" y que Aminta es "una aldeana que se deja deslumbrar por el ascenso social que le ofrece el caballero".

"Solo en el caso de doña Ana el silencio era escandaloso: la única mujer realmente forzada contra su voluntad en toda la obra no es en el original más que una 'voz dentro' a la que nunca se ve", ha explicado el autor, que se vale de un soneto del propio Tirso para poner "carne y sangre en el escenario".

Además, destaca la relación entre don Juan y su padre para subrayar "el terrible dolor paterno" y mostrar a dos seres humanos "incapaces de mirarse a los ojos, porque ambos saben que ya nada tiene remedio".

Para Raúl Prieto, que interpreta al burlador, las mujeres de esta obra "no solo denuncian y ponen en evidencia los actos de don Juan sino que están llenas de voluntad y pasiones". EFE