'Los últimos de Filipinas': Rodaje en la localidad grancanaria de Santa Lucía

Tras su paso por Guinea y Tenerife, el equipo de Los últimos de Filipinas, que reúne a Luis Tosar, Javier Gutiérrez, Carlos Hipólito y Karra Elejalde, ha encontrado en la localidad grancanaria de Santa Lucía el lugar ideal para recrear el último bastión de los soldados españoles.

La película, ópera prima de Salvador Calvo, cuenta uno de los episodios más importantes de la historia española, aunque muchos sólo lo conozcan por la frase, "los últimos de Filipinas", como símbolo de la resistencia española y del pundonor de los soldados.

"Buscábamos un sitio exótico que se pudiera parecer a Filipinas y descubrimos Santa Lucía de Tirajana", explica el hasta ahora realizador de televisión, que se estrena en el largometraje con este proyecto millonario de Cipi Producciones, de Enrique Cerezo.

No es una cuestión menor esta localización, según explica uno de sus protagonistas, el gallego Luis Tosar, en un momento de descanso, entre toma y toma, porque "es una película complicada, muy coral, donde tener un decorado fijo como éste nos facilita mucho las cosas".

El director ha detallado que la cinta "no es como la de 1945, ya que tiene un punto de vista contemporáneo sobre los mismos hechos. Y esta -aclara- tampoco es una película bélica ni habla de la gloria de España sino todo lo contrario. Es antibelicista y habla del sinsentido de las guerras". Hasta tal punto, explica el director, "que tenemos unos hombres encerrados peleando durante un año por un país y por un imperio habiendo terminado la guerra".

"No entiendo cómo no se han hecho más películas de esta historia tan grande, si fuéramos americanos...", comenta con Efe el soldado Jose, Ricardo Gómez, que ha pasado directamente de la serie "Cuéntame" a esta cinta que reúne a un puñado de los mejores actores nacionales, de Tosar y Gutiérrez, a Karra Elejalde, Carlos Hipólito o Eduard Fernández.

CIERTO PARALELISMO CON LA SITUACIÓN ACTUAL

Para el director, la película tiene "un cierto paralelismo" con la situación actual. "Si nos vamos a 1898 -reflexiona Calvo- es un momento de desencanto absoluto: se desmembra el imperio español y hoy casi pasa lo mismo en Europa, en España; hay muchos denominadores comunes, como una situación de máxima corrupción, de falta de tacto con el pueblo, y, desgraciadamente, veo que es muy espejo de la situación actual".

Y coincide con él el sargento Jiménez, Javier Gutiérrez, para quien el olvido de estos hombres olvidados en el último pueblo perdido de Filipinas y a 11.000 kilómetros de casa guarda un "símil importante" con la actitud de los gobernantes actuales.

"El abandono, la desidia, la falta de interés de los que gobiernan hacia los ciudadanos tiene mucho que ver con este grupo de hombres; me siento identificado con estos 'últimos de filipinas', yo también me siento abandonado por el gobierno", suelta el ganador del Goya por "La isla mínima".

Abunda en ello el doctor Vigil, Carlos Hipólito, quien confiesa a Efe que comprende perfectamente el sufrimiento de los médicos que hoy tratan de ayudar a los refugiados que entran en Europa."El dolor más grande de un médico es no tener cómo ayudar a tus pacientes, y estos son ya como amigos", después de meses tratando de combatir el beri-beri, una enfermedad causada por la falta de vitamina C, apunta.

Este personaje es real, como el suceso y los cincuenta hombres que estuvieron encerrados un año entero sin las más elementales medidas de higiene, sin alimentos, solos y, como apunta el cura, Fray Cándido (Karra Elejalde) "huérfanos de la patria, lo peor".

El director ha apostado por ficcionar al sargento Jimeno, un superviviente del destacamento anterior a quien Javier Gutiérrez dota del rencor y la venganza como motor de vida. Tosar es el teniente Martín Cerezo, un militar de carrera, "muy disciplinado, un hombre convencido de que hay que sacar adelante esta historia que está en un lugar extraño, situado entre lo absurdo y la gesta".

"Es un empecinado, un tío que no se baja de la burra, sobre todo por preservar su honor militar que lo único que hace es conducir a todos estos hombres a defender algo que no se sabe muy bien que es", comenta el gallego. Para Javier Gutiérrez, "los dos tienen ese espíritu quijotesco, que refleja el absurdo de las guerras".La película se terminará de rodar el 4 de julio.