Las primeras palabras públicas de Alberto Contador tras conocer el traslado de su expediente transmiten cierto optimismo. "Estoy contento de que el caso haya llegado a la Federación porque significa que ya podemos avanzar", dice el todavía triple ganador del Tour de Francia en una nota difundida por su servicio de comunicación. No hay más frases literales, pero sí una serie de consideraciones de su equipo jurídico, que incide en "la contaminación alimenticia como la única explicación razonable desde un punto de vista científico para justificar la presencia de la ínfima cantidad (50 picogramos) de clembuterol en el organismo del corredor durante el pasado Tour".
Contador confirmó que su equipo de defensa está formado por el bufete Bardají & Honrado y por el suizo Rocco Taminelli, que recientemente ha logrado la absolución de Franco Pellizotti, acusado de valores anómalos en su pasaporte biológico.
"La contaminación alimenticia es la única vía posible", apunta Andy Ramos, abogado del bufete. "Estamos recabando estudios científicos de todo el mundo que confirman que esa ínfima cantidad puede aparecer por una carne adulterada. Confiamos en que Contador sea absuelto al igual que el jugador de tenis de mesa Dimitri Ovtcharov. No se puede sancionar a un deportista por algo tan común como ingerir un filete. Ni se debe afirmar que en España no hay carne intoxicada, cuando hace unos días se desmanteló en Canarias una trama ilegal de clembuterol".
