El G20 vincula el proteccionismo a los perdedores de la globalización

Foto de familia del G20
Foto de familia del G20 |Telemadrid

El G20 vinculó hoy el proteccionismo con la falta de un crecimiento global "compartido y equitativo", y aseguró que el "buen ambiente" impera en el grupo tras los problemas de comunicación del último encuentro, en el que EEUU obligó a retirar una habitual mención al libre comercio.

"Mucha gente siente que no se beneficia del crecimiento y la globalización, tenemos que encararlo (...) Hay que fortalecer las oportunidades para participar en las ventajas de la globalización", dijo en una rueda de ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble, cuyo país ostenta la presidencia rotatoria del grupo, en la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington.

"De lo contrario", agregó, "veremos más proteccionismo en los países, retirándose del proceso de globalización".

Las palabras del ministro alemán se producen después de la tradicional cena de las delegaciones del G20, que incluye a los ministros y banqueros centrales de las 20 principales economías avanzadas y en desarrollo, en la que se discutieron las perspectivas globales.

Schäuble destacó, además, el "amplio consenso" de que el libre comercio es mejor para la economía global y la de cada uno de los países.

En esta ocasión, sin embargo, no hubo un comunicado conjunto del G20 después de la polémica desatada en la última reunión ministerial celebrada en Baden-Baden (Alemania) hace cinco semanas por la supresión de una frase en la nota en la que se rechazaban las medidas proteccionistas.

Entonces, la delegación estadounidense estuvo encabezada por el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en su primera participación en una cumbre ministerial y en sintonía con la agenda de nacionalismo económico defendida por el nuevo presidente de EEUU, Donald Trump.

"Han cambiado pocas cosas desde el encuentro de Baden-Baden", se excusó el ministro alemán, quien estuvo acompañado por el presidente del Bundesbank (banco central alemán), Jeins Weidmann.

Por su parte, Weidnamn insistió en que "la creciente desigualdad pone un freno en el crecimiento potencial" y aplaudió el "buen ambiente" de las conversaciones.

Estos comentarios son sorprendentes si se los compara con comunicados de hace años del G20, en los que apenas había mención a los perdedores del proceso de globalización y se defendía sin matices la bondad universal de sus efectos.

Sobre el futuro, Schäuble instó a aprovechar las "prometedoras" perspectivas económicas actuales, tras la revisión al alza de las previsiones globales por parte del FMI, que anticipa un crecimiento mundial del 3,5 % para este año, el índice más alto desde 2009.

Advirtió, no obstante, de que hay que prepararse "para una normalización de las políticas monetarias", tras años de agresivos planes de estímulo por parte de los bancos centrales, algo que adelantó será "difícil".

"Debemos centrarnos en las reformas estructurales antes que estimular la demanda a través del aumento de deuda, ya que los niveles actuales tanto de la privada como de la pública son muy altos", dijo el ministro alemán.

Eludió comentar los planes de estímulo fiscal adelantados por Trump y su gobierno, que los analistas consideran ahondarán en el déficit y la abultada deuda estadounidense, y pueden tener efectos globales al tratarse de la primera economía mundial.

El giro de nacionalismo económico del nuevo gobierno de EEUU ha generado tensión en la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial que se celebra estos días en Washington.

Trump, además, no ha ocultado su recelo sobre el sistema de organismo multilaterales, y en su anteproyecto presupuestario planteó el recorte de 650 millones de dólares en aportaciones de EEUU al BM, algo que han avivado la inquietud en el seno de las instituciones financieras sobre una posible pérdida de relevancia.

La asamblea concluye este sábado con una esperada conversación pública entre Christine Lagarde, directora gerente del FMI, y el secretario del Tesoro, Mnuchin.