La vuelta al colegio no se producirá en todos los lugares. Los conflictos armados o las situaciones de energencia harán que 75 millones de niños en el mundo no puedan estudiar. Han perdido el derecho a la educación, uno de los pilares fundamentales de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En situaciones de crisis, o emergencias los niños y adolescentes son un grupo especialmente vulnerable. A veces reclutados como trabajadores, otras como soldados, incluso víctimas explotación sexual. A todos estos factores también se suma que los centros de enseñanzas muchas veces son devastados. Casos como el de Sudán del Sur donde una de cada tres escuelas en ha sido ocupada, cerrada o destruida.
Las más vulnerables son las niñas. Tienen más del doble de probabilidades que los niños de carecer educación en estos países. Se estima que un 40% de los niños soldados en realidad son niñas. De hecho tres cuartas partes de las bombas humanas en los países de África Occidental son mujeres jóvenes.
De todos los refugiados y desplazados que hay en el mundo, 17 millones están en edad escolar. Una etapa de formación y aprendizaje fundamental en la vida de un ser humano pero truncada por los conflictos.
