Díaz-Canel elegido nuevo presidente de Cuba

  • Sostiene que l mandato del pueblo es dar continuidad a la Revolución
  • Putin felicita a Díaz-Canel y espera reforzar su relación estratégica con Cuba

Miguel Díaz-Canel, hasta ahora primer vicepresidente del Gobierno, fue elegido hoy presidente de Cuba por la Asamblea Nacional de la isla en sustitución del general Raúl Castro, quien se retira del poder tras doce años al frente del país. El nuevo mandatario fue ratificado con el 99,83 por ciento de los votos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, según los datos ofrecidos ante la cámara por la presidenta de la Comisión Electoral Nacional, Alina Balseiro.

Al conocerse el resultado, los diputados cubanos brindaron un aplauso al nuevo presidente quien fue felicitado con un apretón de manos y un abrazo por el mandatario saliente, Raúl Castro, según se pudo ver en la televisión estatal minutos después de que agencias oficiales divulgaran los datos.

Junto a Díaz-Canel, quedó también elegido el resto de los miembros del Consejo de Estado (máximo órgano de gobierno en Cuba), con el veterano Salvador Valdés Mesa como primer vicepresidente de la isla.

El grupo de cinco vicepresidentes estará integrado por el "histórico" Ramiro Valdés; el ministro de Salud Roberto Morales; la contralora general, Gladys Bejerano; la directora del Instituto de Recursos Hidráulicos de Cuba, Inés María Chapman; y la presidenta de la Asamblea provincial de Santiago de Cuba, Beatriz Johnson.

El Consejo de Estado está compuesto además por otros 23 vocales y un secretario, cargo en el que repetirá Homero Acosta.

Tras la proclamación de los resultados, el presidente del Parlamento, Esteban Lazo, invitó al presidente entrante a ocupar su nuevo lugar en la presidencia de la Asamblea, lugar donde Díaz-Canel brindó a Raúl Castro un saludo militar y otro abrazo. Posteriormente, Castro levantó el brazo de su sucesor en un clásico gesto de la iconografía revolucionaria.

Antes de su primer discurso oficial como gobernante, Díaz-Canel se dirigió al parlamento para anunciar que la conformación de su Consejo de Ministros se decidirá en el próximo periodo de sesiones de la Asamblea Nacional, previsto para julio. No obstante propuso que el nuevo primer vicepresidente, Salvador Valdés, sea también primer vicepresidente del Consejo de Ministros, lo que fue aprobado por el parlamento.

PRIMERA INTERVENCIÓN

El nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, afirmó hoy que el mandato recibido por el pueblo "es dar continuidad a la Revolución cubana en un momento histórico y crucial", marcado por los "avances en la actualización" del modelo económico y social del país. Díaz-Canel pronunció ante la Asamblea de Cuba su primer discurso como presidente del país, en una intervención que arrancó con palabras de homenaje y reconocimiento a la generación histórica que hizo posible la Revolución.

"Seremos fieles al legado de Fidel Castro, líder histórico de la Revolución y también al ejemplo, valor y enseñanzas de Raúl Castro, líder actual del proceso revolucionario", dijo Miguel Díaz-Canel, quien leyó su discurso de pie en la tribuna de oradores del parlamento, al que acudió vestido con traje gris y corbata roja.

Díaz-Canel aseguró hoy que la política exterior de la isla se "mantendrá inalterable" y que el país caribeño "no hará concesiones contra su soberanía e independencia" ni "negociará sus principios".

Díaz-Canel dijo que el mundo está "en una coyuntura internacional caracterizada por la creciente amenaza a la paz y la seguridad"."En tal contexto ratifico que la política exterior cubana se mantendrá inalterable y reiteramos que nadie logrará el propósito de debilitar a la Revolución ni doblegar al pueblo cubano, porque Cuba no hace concesiones contra su soberanía e independencia", señaló.

El nuevo gobernante, de 57 años, no mencionó explícitamente a Estados Unidos - con quien Cuba vive un momento de renovada tensión política tras el momento dulce del "deshielo" diplomático de hace tres años-, sin embargo insistió en que la isla "jamás cederá ante presión o amenazas". "Los cambios que sean necesarios, los decidirá soberanamente el pueblo cubano", subrayó Díaz-Canel, en referencia velada a las duras críticas del presidente de EE.UU. Donald Trump y los intentos de su administración de desestabilizar y propiciar un cambio de régimen político en Cuba.

Antes, en un homenaje al saliente mandatario Raúl Castro, Díaz-Canel aseguró que contaría con los "aportes" y la guía del primer secretario del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC,

único legal). "Raúl es el mejor discípulo de Fidel (Castro) (...) Cuba lo necesita (...) orientando y alertando sobre cualquier error y deficiencia. Enseñando y siempre presto a enfrentar al imperialismo ante cualquier intento de agresión al país como el primero, con su fusil en la hora del combate", enfatizó.

Díaz-Canel recordó que con la constitución de la nueva Legislatura de la Asamblea culmina un proceso de "elevada significación política", al tiempo que defendió el sistema electoral de Cuba donde no caben la "politiquería ni el fraude".

FELICITACIONES DE PUTIN

El líder ruso, Vladímir Putin, felicitó hoy al nuevo presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y expresó su confianza en reforzar la cooperación estratégica con el Gobierno de la isla."El jefe del Estado ruso expresó su convencimiento de que bajo la dirección de Díaz-Canel el país continuará avanzando hacia los objetivos proclamados por la Revolución Cubana", señala el telegrama de felicitación.

Putin, que recibió en mayo de 2016 en Moscú al entonces vicepresidente cubano, se mostró seguro de que con Díaz-Canel Cuba entrará en una nueva etapa de desarrollo socioeconómico.

"En Rusia se valora altamente la relación con Cuba, que se cimenta en sólidas tradiciones de amistad y respeto mutuo", indica.

Además, el jefe del Kremlin "mostró su disposición a un estrecho trabajo conjunto para continuar reforzando la asociación estratégica entre Rusia y Cuba y la cooperación en todos los ámbitos".

Putin también envió un telegrama al saliente líder cubano, Raúl Castro, al que calificó como un "político sabio" y "auténtico amigo de Rusia" que hizo mucho para la defensa de la soberanía y el fortalecimiento de las posiciones de su país en el mundo.Y, en especial, le agradeció sus largos años de "fructífera" labor en aras del desarrollo de las relaciones bilaterales y auguró que su actividad al frente del Partido Comunista de Cuba seguirá reforzando la cooperación entre Moscú y La Habana.

Las relaciones entre el Kremlin y la isla se enfriaron con la llegada al poder de Mijaíl Gorbachov en 1985 y el lanzamiento de la "perestroika", proceso muy criticado por Fidel Castro, y entraron finalmente en crisis con la desintegración de la Unión Soviética en 1991.

Nada más llegar al poder en 2000, Putin viajó a La Habana y al año siguiente ordenó cerrar la base de espionaje electrónico de Lourdes, último vestigio de la masiva presencia soviética en Cuba durante la Guerra Fría.No obstante, en los últimos años el líder ruso ha impulsado una nueva alianza estratégica entre ambos países y el menor de los hermanos Castro realizó dos visitas a Moscú en 2009 y 2012.

LA OPOSICIÓN EN EL EXILIO

Los cubanos de Miami aguardan con esperanza, cautela o un marcado pesimismo el resultado de la votación parlamentaria de la que surgirá el nuevo presidente de Cuba, que para algunos es "una oportunidad para el cambio" y para otros "una auténtica farsa".

El excongresista demócrata Joe García, nacido en EE.UU. hace 54 años y recién regresado de Cuba, subraya a Efe que hay consenso en que "hay una profunda necesidad de cambio" en la isla y en que ese cambio no debe ser cosmético sino "quirúrgico".

El relevo presidencial "invita" a una "oportunidad de cambio", que debería ser aprovechada tanto por el Gobierno cubano como por los cubano-estadounidenses, dice García, defensor de la política de apertura a la isla del anterior presidente de EE.UU, Barack Obama.

En el otro extremo están las organizaciones del exilio cubano y otras como Cuba Decide que reclaman "elecciones libres" en Cuba y que la comunidad internacional desconozca al sucesor de Raúl Castro, porque, según proclamaron en una manifestación en Miami, quieren un cambio de sistema, "no un cambio de tirano".

Giancarlo Sopo, uno de los fundadores de CubaOne, una entidad dedicada a conectar a jóvenes de origen cubano con sus raíces mediante viajes a la isla, afirma que el relevo presidencial es "principalmente un cambio simbólico". Sopo, cubano-estadounidense, dice que no hay evidencia que indique que va a haber "cambios prácticos reales" en Cuba, después de que Raúl Castro traspase la Presidencia a quien sea elegido mañana, aunque concede que "todo está por ver".

El exanalista de la CIA Brian Latell, que no es exiliado ni cubano-estadounidense pero sí un gran conocedor de la política cubana y ha escrito tres libros sobre Fidel Castro, dijo a Efe que espera "un alto grado de continuidad en la política interna y las relaciones internacionales" de Cuba.A su juicio, Díaz-Canel podría intentar "lenta y cautelosamente poner en práctica algunas de las reformas económicas que Castro defendió públicamente pero nunca concretó", pero es "muy improbable" que se produzca "una apertura política real en los próximos años".

"Si es un reformista se cuida mucho de exhibir el menor síntoma. El problema que se presenta es que las tímidas reformas emprendidas por Raúl no han dado los frutos que esperaban. La economía continúa hundiéndose", dice sobre el posible nuevo presidente el escritor, periodista y analista exiliado Carlos Alberto Montaner. Según Montaner, "al principio será una etapa de espera cautelosa. Luego seguirá otra de inconformidad".

Por su parte, el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, que recibirá el próximo lunes el Premio Cervantes, ha dicho hoy que no cree que se pueda hablar de un cambio en Cuba por el momento a pesar del relevo en la presidencia del país. "Quien gobierna es el partido oficial y no el Gobierno", de tal forma que la estructura política el país "queda intacta", ha recalcado.