Pekín envía a un alto cargo a Pyongyang ante presión para retomar el diálogo

Seúl, Tokio y Washington piden máxima presión sobre Pyongyang tras el nuevo test
Seúl, Tokio y Washington acordaron hoy elevar al máximo la presión sobre Corea del Norte tras su sexta prueba atómica, mientras que los análisis del ensayo muestran que Pyongyang ha incrementado sensiblemente sus capacidades nucleares. Los líderes de los países aliados reclaman a la comunidad internacional ir todo lo lejos posible en las sanciones sobre el ya aislado régimen con vistas a asfixiar completamente su economía, y coinciden en la necesidad de dar una respuesta militar contundente al test nuclear norcoreano más potente hasta la fecha. |Telemadrid

Un representante del presidente chino, Xi Jingping, llegó hoy a Pyongyang, en lo que supone el primer intercambio bilateral de alto nivel en más de un año y una visita marcada por la presión internacional para que Corea del Norte retorne al diálogo. El director del Departamento de relaciones internacionales del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), Song Tao, inició hoy lo que se cree que puede ser un viaje de cuatro días al hermético país estalinista, el primero de este tipo desde que el vicecanciller Liu Zhenmin lo visitó en octubre de 2016.

Oficialmente Song viaja para transmitir los resultados del reciente Congreso del PCCh, aunque se da por hecho que las aspiraciones nucleares norcoreanas y las nuevas y duras sanciones impuestas por la ONU a Pyongyang como castigo por estos programas de armas serán lo que de verdad copará la atención. Según recordó hoy el Ministerio de Unificación surcoreano, Song podría reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong-un, ya que los directores de relaciones internacionales despachados tras los congresos de 2012 y 2007 se entrevistaron respectivamente con el propio Kim y con su padre, el entonces líder Kim Jong-il.

A raíz de los insistentes ensayos de armas ejecutados este año por Pyongyang, Pekín no solo ha apoyado resoluciones sancionadoras más contundentes ante la ONU, sino que ha dado señales de estar implementando estos castigos de manera más estricta con su vecino. De hecho, durante la reciente visita a Pekín del presidente de EEUU, Donald Trump, el Gobierno chino transmitió la idea de que las sanciones comenzaban a tener efecto y que podrían servir para forzar a Pyongyang a retornar al diálogo. "Es un movimiento importante. ¡Veamos qué pasa!", escribió hoy el propio Trump en Twitter acerca de la visita de Song y la posibilidad de que Pyongyang retorne a las negociaciones multilaterales para su desnuclearización, que llevan inactivas desde 2007.

La postura endurecida de China, de quien depende el 90 por ciento del comercio exterior de Corea del Norte, parece, por otro lado, haber enfriado unas relaciones que se han resentido en los últimos años ante la apuesta exacerbada por el desarrollo nuclear de la era Kim Jong-un.

Por su parte, los representantes de Seúl y Washington en las mencionadas negociaciones para la desnuclearización del régimen, Lee Do-hoon y Joseph Yun, respectivamente, insistieron hoy tras reunirse en Corea del Sur en la necesidad de mantener la actual presión diplomática para forzar a Pyongyang a negociar una solución pacífica.

No obstante, ambos quitaron peso al hecho de que Corea del Norte lleve más de dos meses sin realizar un solo ensayo de armas tras un prolífico 2017 en el que ha ejecutado 19 lanzamientos de misiles y una detonación nuclear subterránea. "Ojalá dejaran de hacerlos para siempre. Pero no hemos recibido ninguna comunicación por su parte, por lo que no sé si interpretarlo de manera positiva o no", señaló Yun, que recientemente había dicho que un periodo de dos meses sin ensayos constituiría una buena señal para que Washington tratara de acercarse a Pyongyang.

En todo caso, el régimen norcoreano se encargó hoy de no alimentar esperanzas en un editorial en su diario oficial, el Rodong Sinmun.

En el texto se descarta cualquier posibilidad de negociar y se asegura que el país ha aprendido a través de su confrontación histórica con Washington que "no hay otra manera que oponerse a los represivos imperialistas de EEUU que no sea la de la disuasión nuclear".

A su vez, unas imágenes obtenidas vía satélite de los muelles de la localidad norcoreana de Sinpo (costa oriental) el pasado 5 de noviembre y analizadas hoy por la web especializada 38north subrayaban una vez más la clara apuesta de Pyongyang por impulsar su programa nuclear y de misiles. Las fotos parecen indicar que Corea del Norte ha acelerado su programa para "construir y desplegar" su primer modelo no experimental de submarino capaz de disparar misiles balísticos.

En caso de lograr desplegar unidades plenamente operativas, la naturaleza móvil de los submarinos norcoreanos ampliaría enormemente el alcance de su arsenal de misiles balísticos y haría mucho más difícil detectar sus lanzamientos. En el último año, la insistencia de Corea del Norte en seguir impulsando sus programas de armas de destrucción masiva y la retórica beligerante con la que ha respondido Donald Trump han elevado la tensión regional a niveles no vistos desde el fin de la Guerra de Corea (1950-1953).