Varios soldados acompañan a los niños atrapados en la cueva tailandesa

Un grupo de diez soldados liderados por un médico militar acompañan a los doce niños y su monitor atrapados desde hace once días en el interior de una cueva parcialmente inundada del norte de Tailandia, informaron hoy fuentes oficiales. "Tenemos a trece personas frágiles que tienen que bucear, escalar, bucear y volver a caminar. Todos están bien de salud, pero necesitan unos días para recuperar las fuerzas", según el alemán Torsten Lechler, asesor técnico en las operaciones.

Lechler, buceador con 40 años de experiencia y radicado en Phuket, señaló que cuentan con unas máscaras especiales para los menores que cubren toda la cara y permiten la comunicación directa bajo el agua. "Bucear es la única salida (...) hay que intentarlo antes de la llegada de las lluvias, después será más complicado", opinó el profesional.

Un nuevo vídeo publicado por la Marina tailandesa muestra a los niños dentro de la cueva arropados con mantas térmicas, saludando e incluso riendo. Ruetaiwan Patisen, la portavoz de los equipos de rescate, señaló a Efe que el grupo se encuentran bien, a pesar de haber estado diez días sin comer, y que los soldados permanecerán con ellos hasta que sean rescatados de la gruta, situada en la provincia de Chiang Rai.

En cuanto recuperen las fuerzas, los niños empezarán a aprender a bucear con bombonas de aire para salir de la cueva en la que se internaron el pasado 23 de junio. "No hay prisa", subrayó Ruetaiwan, al asegurar que los niños y su monitor saldrán cuando estén listos y sea seguro para ellos bucear a lo largo de estrechas grutas inundadas hasta la salida, situada a unos tres kilómetros.

De momento, los escolares, de entre 11 y 16 años y su entrenador de fútbol, de 26, están siendo alimentados con suplementos energéticos y vitaminas y las autoridades creen que las tareas de salvamento pueden durar desde una semana a algunos mese.

Según Ruetaiwan, los equipos tardan entre 3 y 4 horas en recorrer los cuatro kilómetros entre la entrada y el lugar donde se encuentra el grupo a través de pasajes inundados y pasadizos que están por encima del agua.

Algunos empezaban a perder las esperanzas cuando el lunes pasado por la noche una avanzadilla de dos expertos buzos británicos llegaron a la gruta donde resistían los niños y su entrenador, que preguntaron por el día de la semana y pidieron comida. Desde que entraron en la gruta y no reaparecieron el sábado 23 de junio, unos 1.300 efectivos han participados en las tareas de búsqueda y rescate en esa cueva situada en el parque natural Tham Luang-Khun Nam Nang Non, cerca de la frontera entre Tailandia y Birmania.

Según la versión oficial, se internaron en las galerías tras un entrenamiento cuando una súbita tormenta comenzó a inundar la cavidad y les cortó la salida. Los guardabosques que dieron la alerta encontraron sus bicicletas, calzado y otros enseres de los desaparecidos en la entrada de la caverna.

Cuerpos de élite del Ejército, efectivos de salvamento y voluntarios, además de expertos de Estados Unidos, Japón, China y Australia, han participado en las operaciones de búsqueda y rescate.