Desmantelado un almacén de carne en condiciones pésimas para tiendas magrebíes

  • Dos detenidos acusados de un delito contra el derecho de los trabajadores y contra la salud pública

La Guardia Civil ha desmantelado un almacén clandestino dedicado a la distribución de productos cárnicos a tiendas magrebíes ubicadas en el sur de Madrid y que guardaban los productos en condiciones "lamentables", sin respetar la cadena de frío e incluso compartiendo espacio "con ratones y pájaros muertos".

En la intervención han sido detenidos los dos dueños del local por un delito contra el derecho de los trabajadores. También han sido investigadas otras cinco más por delitos relacionados con la salud pública. Todos ellos son de origen magrebí.

La investigación ha sido desarrolada por el Area de Investigación de Arroyomolinos (Madrid), en colaboración con el Servicio de Protección de la Naturaleza y el Servicio de Salud Pública de la Comunidad de Madrid. En el marco de la intervención, se comprobó que el almacenado de carne de vacuno, ovino y aves, estaba en condiciones "no aptas para el consumo humano".

Las pesquisas se iniciaron cuando los agentes detectaron la afluencia constante de camiones a una nave industrial ubicada en Humanes (Madrid), por lo que se estableció un dispositivo de vigilancia sobre este lugar con la finalidad de averiguar la actividad que se estaba realizando.

Fruto de esta vigilancia, la Guardia Civil pudo constatar que los camiones que acudían al lugar estaban realizando carga de productos cárnicos, sospechando que dicha carne podría estar siendo introducida en establecimientos fuera de los cauces establecidos por la legislación vigente.

Por tal motivo, los agentes, coordinados con el Seprona y los Servicios de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, realizaron una inspección en la nave industrial donde se descubrió que el almacenaje de los productos se encontraba en condiciones "lamentables, sin respetar la cadena de frío e incluso compartiendo espacio con ratones y pájaros muertos".

Del estudio de la documentación, se descubrió que las personas que se encontraban allí trabajando lo estaban haciendo de forma "irregular", por lo que se procedió a la detención de los dos propietarios del negocio. Los productos se encuentran inmovilizados, si bien la Comunidad de Madrid ha decretado su destrucción, dado el mal estado que presentan.