Los coches volverán a la Gran vía, Atocha y Mayor este lunes

  • Los cortes de tráfico comenzaron el pasado 2 de diciembre con algunas intermitencias
La Gran Vía cierra desde este viernes a casi todo el tráfico privado
El Ayuntamiento de Madrid, convencido de la necesidad de ofrecer más espacio a los peatones en la concurrida temporada de Navidad, ha decidido cerrar la Gran Vía y otras calles del centro de Madrid a la circulación de coches, motos y vehículos de carga en varias fechas entre este jueves y el 8 de enero. |Telemadrid

La Gran Vía dejará este lunes de ser peatonal y todos los vehículos, sin excepción, podrán circular por ella tras caducar el decreto de medidas especiales al tráfico por Navidad. Los cortes de tráfico, que comenzaron el 2 de diciembre con algunas intermitencias, restringían la circulación regular y tan sólo permitían el paso a taxis, autobuses, residentes y otras excepciones.

Lo mismo ocurrirá con las calles de Atocha y Mayor, a las que también afectaba el decreto firmado por la delegada de Movilidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Inés Sabanés, y que mantiene la Gran Vía cortada a la mayoría de los coches desde el 23 de diciembre de manera continua.

Desde entonces, los carriles exteriores de Gran Vía actúan como zona peatonal para que los viandantes "ganen espacio" y evitar "atascos peatonales" durante las navidades, época en la que esta calle se satura de personas con motivo de las compras.

Para controlar el acceso a las calles restringidas se implantaron ocho controles de Policía Municipal y agentes de Movilidad, instalados en plaza de España, plaza de cibeles, plaza de la Independencia y otros puntos de entrada a la Gran Vía.

Quienes han podido circular estos días son los residentes o titulares de plazas de aparcamiento dentro del perímetro de restricción, los que salieran de un garaje situado en la zona o se dirigiesen a él, las personas con movilidad reducida, taxis, motos y bicicletas, autobuses y servicios de emergencia.

EXCEPCIONES MARCADAS POR LOS TRIBUNALES

No obstante, los tribunales obligaron a modificar hasta en tres ocasiones la aplicación del decreto, de manera que se instó al Ayuntamiento de Madrid a flexibilizar la carga y descarga, permitir el acceso a los vehículos de aplicaciones como 'Uber' o 'Cabify' y a los autobuses turísticos y de servicio discrecional.

En cuanto a la acogida de esta medida especial, las opiniones han sido variadas. La oposición del PP y Ciudadanos auguró un "caos", mientras que el Grupo Municipal del PSOE aplaudió la medida.

De hecho, la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, llevó el corte de las calles Gran Vía, Atocha y Mayor a los tribunales, porque entendía que resulta "vergonzoso, indigno y, además, cutre".

Sin embargo, donde más disparidad de criterios ha habido es entre los comerciantes. Por una parte, la Asociación de Empresarios de la Gran Vía criticó la medida y dijo que se trata de "un absurdo" que les perjudica, mientras que la Confederación del Comercio Especializado de Madrid (Cocem) auguró antes de aplicarse los cortes que "no tendrán gran impacto" comercial.

Hay quienes van más allá y la organización de empresarios Madrid Foro Empresarial considera que la solución al futuro de la calle Gran Vía es convertirla en una vía peatonal de manera permanente.

Las quejas vinieron también por parte de muchos motoristas, que se quejaron de que el Consistorio estaba imponiendo multas a las motos aparcadas en las aceras de Gran Vía. Sin embargo, el Ayuntamiento aseguró que colocó señales que prohibían hacerlo. La asociación Muévete en Moto por Madrid llamó a los multados a recurrir las sanciones.

EL AIRE DE MADRID LO AGRADECE

El cierre parcial de la Gran vía al tráfico de vehículos ha supuesto una disminución en la contaminación en el centro de la ciudad , según un estudio realizado por Ecologistas en Acción tras comparar los datos de los días de aplicación del decreto con los de años precedentes y los de estaciones más alejadas del área que rodea a esa céntrica calle.

Atendiendo a los datos horarios registrados del 2 al 8 de diciembre, la estación de la plaza del Carmen fue la única (junto con las ubicadas en grandes zonas verdes de Madrid, como El Retiro, Parque Juan Carlos I, Casa de Campo y El Pardo) que no rebasó en ningún momento el valor de 100 microgramos por metro cúbico de NO2, principal contaminante, durante ese periodo.

Aunque el cierre de la Gran Vía ha servido estas navidades como un mero experimento, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, avanzó el pasado jueves que su objetivo es peatonalizar de manera permanente esta arteria antes de finalizar su mandato, por lo que es posible que el 'simulacro' de estos días se convierta en realidad en menos de tres años.