Quince años de prisión para un joven latino que mató a otro en Alcobendas

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a quince años y medio de prisión a Roger Abigail E.B. por matar de un disparo a otro chico de 18 años en Alcobendas (Madrid), si bien no considera probado que ambos fueran miembros de la banda Dominican Don't Play. La Audiencia condena al procesado, de 21 años y conocido con el alias de "Matacabras", por un delito de homicidio con la agravante de abuso de superioridad y otro de tenencia ilícita de armas, si bien le absuelve de la acusación de pertenencia a organización criminal.

Los hechos, según la sentencia, ocurrieron sobre las dos de la tarde del 28 de noviembre de 2016, cuando el acusado y la víctima, identificado como Enrique Martínez Reyes y el alias de "Lokotrón", se enfrentaron en el parque de Cataluña de Alcobendas. El "Matacabras" sacó un peine de pinchos y "Lokotrón" una navaja tipo mariposa, por lo que el primero se retiró con la amenaza de volver en pocos minutos.

Así lo hizo, pero en esta ocasión armado con una pistola modificada, que sacó a unos dos metros de la víctima, a quien disparó con ánimo de matar. El proyectil entró por la cara externa de la axila izquierda, atravesó las costillas, el pulmón izquierdo y el corazón, hasta instalarse en el riñón derecho. Murió pese ser asistido médicamente de manera inmediata.

El fiscal sostenía que tanto el agresor como la víctima eran de los Dominican Don't Play, banda considerada "organización criminal", por lo pedía que Roger Abigail fuese condenado también por ese delito. Pero el tribunal sostiene que no hay pruebas suficientes para acreditar esa pertenencia, pues no hay sentencias previas que lo muestren, los testigos no negaron o dijeron desconocerlo y el acusado rechazó esa acusación.

Al acusado no le constan antecedentes, pese a haber sido identificado en numerosas ocasiones, no consta que haya participado en reuniones o pagado cuotas a la banda ni que haya participado en enfrentamientos entre bandas.

Tampoco se ha probado que la víctima fuera de esa banda latina a pesar de que llevara un tatuaje y un collar que lo señalaban como tal.

Por ello, el tribunal condena al procesado a catorce años de cárcel por homicidio con abuso de superioridad y a un año y medio más por tenencia ilícita de armas. También tendrá que indemnizar con 75.000 euros a cada uno de los progenitores del joven.