Una mujer mata a sus padres en El Molar y luego se suicida

  • La mujer de unos 50 años y que padecía depresión ha matado a sus padres de 85
  • Los hechos han ocurrido en torno a las 15.45 horas en la calle Macarena número 6

Una mujer de unos 50 años ha matado a sus padres, de unos 85 años, en una vivienda de El Molar y posteriormente se ha suicidado tirándose de un puente en las afueras del municipio, según han informado fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil.

El instituto armado investiga este crimen, del que ha tenido conocimiento a las 15.45 horas cuando un aviso ha llevado al descubrimiento de los cadáveres de los ancianos en su domicilio de la calle Macarena número 6 de la localidad madrileña.

En el domicilio, según ha indicado Emergencias de la Comunidad de Madrid 112, los trabajadores del Summa han encontrado al hombre tendido en el suelo con heridas incisas de arma blanca en el tórax y a la mujer en el sofá con un traumatismo craneoencefálico.

A la llegada de los sanitarios a la casa, tanto el hombre como la mujer ya habían fallecido, por lo que solo han podido certificar su defunción. Posteriormente ha sido hallado el cuerpo de la hija, que ha fallecido tras tirarse por un puente en una zona de pinar de los alrededores de El Molar.

De momento desconocen los motivos del doble crimen. La familia era conocida por todos los vecinos y no tenían antecedentes violentos.

LA PARRICIDA PADECÍA DEPRESIÓN

La mujer que ha matado a sus padres en una casa de El Molar y posteriormente se ha suicidado tirándose de un puente estaba en tratamiento psicológico, al parecer por depresión, y vivía en el mismo domicilio que sus progenitores, según han informado fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil.

Las fuentes han señalado que un vecino ha llamado alrededor de las cuatro de la tarde avisando de que había visto a la hija del matrimonio, Eva G.A. de 54 años, madre de tres hijos y abuela, salir de casa con manchas de sangre.

El vecino ha entrado en la casa, ubicada en la calle Macarena, y ha descubierto los cadáveres de los ancianos -Eusebia y Nicomedes, ambos de 85 años- en el salón. Los tres fallecidos compartían casa: los padres vivían en la planta baja y su única hija en la de arriba.