Hace 45 años Mari Carmen, una madrileña del Barrio de Salamanca, tomó la gran decisión de su vida al trasladarse a vivir al otro lado del planeta. A sus 77 años asegura sentirse completamente feliz viviendo en el fin del mundo.
Además de contarnos cómo acabó aquí esta madrileña de pura cepa, visitamos con ella la avenida de las embajadas, los edificios más antiguos de Camberra, y nos confesó su pasión: las sevillanas. De hecho está ofreciendo clases a sus amigas australianas. También da clases de español como voluntaria... Casi ná.
Nos cayó tan, tan bien... que la trajimos desde España una de sus pasiones gastronómicas: el cocidito madrileño.
