El arte y las sociedades de Perú, 5.000 años antes de los Incas

CaixaForum Madrid acoge, del 3 de julio al 4 de octubre, "El arte mochica del antiguo Perú. Oro, mitos y rituales", una exposición que profundiza en la forma de entender y organizar el mundo de las sociedades que surgieron en Perú antes de la dominación inca mediante 200 piezas de arte mochica procedentes del Museo Larco de Lima (Perú) que incluyen cerámicas, joyas y objetos ceremoniales de metales preciosos, textiles y objetos de uso ritual de madera, piedra, concha y hueso.

Entre los años 200 y 850 d. C. se desarrollaron en los valles y desiertos de la costa norte del Perú una serie de cacicazgos y reinos de gran complejidad cultural. Las sociedades mochicas ofrecen un caso verdaderamente singular de desarrollo cultural, económico y político, siglos antes de la expansión de los incas.

Fueron las primeras sociedades estatales en el hemisferio sur, inventaron una de las metalurgias y alfarerías más avanzadas del mundo, construyeron auténticas montañas de adobes para llevar a cabo sus prácticas religiosas, y con ellos se produjo un enorme crecimiento de la población y de sus capacidades productivas.

ASÍ ERA LA CULTURA MOCHICA

En 1532, los conquistadores españoles, liderados por Francisco Pizarro, llegaron a América del Sur y se encontraron con que gran parte de este vasto territorio se hallaba bajo el gobierno de los emperadores incas. La difusión que de esta cultura realizaron cronistas, sacerdotes, visitadores y administradores coloniales hizo que la cultura peruana más recordada hasta el siglo XX fuera la inca.

Pero la civilización existía en la región miles de años antes que los incas. De hecho, el Perú se convirtió así en uno de los pocos lugares del mundo donde surgió la civilización aproximadamente hace 5.000 años.

En la costa norte, la abundancia de recursos marinos permitió a sus pobladores contar con una fuente de alimentación permanente. La domesticación del algodón, hace 5.000 años, y la confección temprana de redes incrementó la pesca.

Al tener asegurado el alimento para una población creciente, la pesca abundante también otorgó a los pobladores costeños un recurso valioso para establecer un intercambio con sus vecinos de las alturas, algo que resultaba indispensable para acceder a sus fuentes de agua.

De esta forma sería posible el desarrollo de obras hidráulicas para irrigar las áridas tierras de la costa. Las comunidades costeñas, bajo el liderazgo de autoridades que iban consolidando su poder político y religioso, dieron forma a los valles que hoy enverdecen la costa peruana y se convirtieron en sociedades agrícolas.

En esta región, a lo largo de 3.000 años se desarrollaron las culturas cupisnique, mochica, lambayeque y chimú. Sin embargo, los pobladores norteños mantuvieron a lo largo de su historia relaciones con otras sociedades del centro (Lima, chancay), del sur (Nazca, chincha) y de las tierras altas (Recuay, huari) del área central andina.

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