Puigdemont maniobra para ser elegido y crear un consell republicano en Bruselas

  • Jordi Sánchez dice desde la cárcel que es posible que Puigdemont gobierne
  • El expresidente de la ANC y diputado de JxCat no quiere nuevas elecciones y dice que "tenemos tiempo para encajar todas las piezas"

Atención a la que podría ser la última maniobra de Carles Puigdemont. Él sería elegido "presidente legítimo "por una asamblea de la Asociación de Municipios por la Independencia y se crearía un Consell de la República en Bruselas que no sería simbólico y que daría instrucciones directas al Govern formado en Cataluña. Todo exigiría un cambio en la ley... Un gobierno paralelo que si se lleva a cabo, tienen intención de recurrir desde Moncloa

Mientras en el Parlament los tiempos siguen sin moverse, tampoco se han movido para los letrados de la Cámara que tenían que entregar un informe sobre cuáles son los plazos para la investidura o en su defecto, para la repetición de elecciones. Pero hoy 7 días después no hay informe, o no se deciden o quieren ganar tiempo para que los independentistas tomen una decisión.

Por su parte, el expresidente de la ANC y diputado de JxCat, Jordi Sánchez, ha defendido que su opción en Catalunya es que el candidato de su grupo parlamentario, Carles Puigdemont, presida "un Govern normalizado y trabajando desde la plaza Sant Jaume" de Barcelona, sede de la Generalitat.

"No es fácil, pero no es imposible. Tenemos tiempo para encajar todas las piezas y comenzar bien la legislatura respetando el mandato de las urnas", ha asegurado en una entrevista al periódico 'Ara', recogida por Europa Press, desde la cárcel de Soto del Real (Madrid), donde se encuentra junto con el líder de Ómnium, Jordi Cuixart. Sánchez sostiene que el independentismo encontrará la manera para desencallar la investidura y rechaza la convocatoria de nuevos comicios en Catalunya: "No veo ningún motivo para unas nuevas elecciones. No sé qué resolverían".

ENFADO DE ESQUERRA

No lo dicen en público, pero en Esquerra hay enfado por una propuesta que no les habian contado cuando fueron a ver a Puigdemont. Un consell de la república, y dos gobiernos, y el de Bruselas no tendría nada de simbólico. JxCat saca un nuevo conejo de la chistera, después de que sonara otra que, esta sí, gustaba a Esquerra, que a Puigdemont le eligiera presidente, pero con carácter simbólico, la asamblea de electos, un organo durmiente formado por los cargos electos en Cataluña.

Pero Junts no quiere una presidencia simbólica y presionan, creen que Roger Torrent encontrará la manera de llevar adelante la investidura de Puigdemont. Los letrados no han entregado su informe sobre si corren los plazos, o no, en la Mesa de esta mañana. Quieren cerrar algunos flecos de su análisis, que no es vinculante.

Jordi Sánchez dice que "hasta donde sé, el presidente Puigdemont continúa siendo el candidato a ser investido por la mayoría independentista", por lo que rehúsa especulaciones sobre alternativas como la de él mismo como candidato a la Generalitat. Sobre la entrada de manifestantes en el Parc de la Ciutadella de Barcelona, que acoge el Parlament, el día en que el presidente de la Cámara, Roger Torrent, decidió posponer el pleno de investidura, ha apelado al civismo y a la no violencia: "Increpar a los representantes del pueblo nos debilita la razón".

Dice desconocer si el soberanismo ha iniciado negociaciones con el Estado y ha pedido "buscar estas vías y explorar posibles acuerdos para garantizar una legislatura dentro de la normalidad". Ha celebrado que en las elecciones del 21 de diciembre el independentismo superó los dos millones de votos, lo que cree que demuestra que "ha llegado a un punto de gran madurez" y que el Govern no manipuló los resultados del referéndum del 1 de octubre.

No obstante, ha pedido asumir que el soberanismo se quedó "por segunda vez a las puertas de la mayoría absoluta de votantes", y ha instado al futuro Govern a realizar políticas de valores republicanos y a trabajar por blindar la mayoría de votantes.

"PREPARADO" PARA SEGUIR EN PRISION

Sánchez dice tener ilusión por salir de la cárcel, donde entró como medida preventiva el 16 de octubre de 2017, pero se ve "preparado para asumir la continuidad en la prisión". Sobre su causa, recuerda que "hay opiniones muy taxativas, en el sentido de que no hay ningún motivo para la prisión preventiva, que provienen de catedráticos de derecho penal de toda España y de magistrados eméritos del Tribunal Supremo", que es el que instruye su caso.

Asegura que el trato con otros presos es correcto y prevé que se lo sancione con 30 días sin poder salir al patio ni realizar actividades conjuntas, lo que lo obligará a permanecer en su celda de las 13.30 a las 19.00 horas, ha explicado, algo que recurrirá.

EL GOBIERNO ASEGURA QUE EL 'PROCÉS' HA LLEGADO "A SU FIN"

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró este martes que el desafío independentista en Cataluña "está ya dando los últimos estertores" y va "de ridículo en ridículo hasta el ridículo final". "Esto ha llegado a su fin", sentenció. De esta manera valoró Sáenz de Santamaría, en una entrevista en Telecinco recogida por Servimedia, el acuerdo entre los independentistas para intentar una Presidencia simbólica, que asuma Carles Puigdemont, y otra real que ocupe alguien que esté presente en Cataluña.

En reiteradas ocasiones calificó de "ridiculez" todo lo que se está produciendo en los últimos días en Cataluña, a la vez que trasladó la idea de que "esto ha llegado a su fin". "Es ridículo todo y sólo pido un poco de respeto para Cataluña", añadió. Además, la ministra de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales tachó de "imposible" la opción de la Presidencia simbólica, porque no se trata más que de "salvarle el tipo a un señor que ha incumplido la ley y, lejos de dar cuentas a la Justicia, se ha fugado".

En este sentido, indicó que el frente independentista está buscando un "aparcamiento" para el expresident. "El señor Puigdemont lo que está poniendo es un precio para quitarse de en medio con lo que él considera una cierta dignidad", opinó la 'número dos' de Mariano Rajoy en el Ejecutivo. En este punto, negó que tenga contactos ahora con los partidos independentistas, alegando que "con fugados o encarcelados" el Gobierno no tiene relación. A este respecto, dijo que solo espera que Puigdemont "no piense que va a seguir ni gobernando Cataluña ni viviendo a costa de Cataluña".

Además, Sáenz de Santamaría negó tajantemente que llamase al Tribunal Constitucional el día en el que se pronunció sobre la investidura telemática de Puigdemont. "Eso es falso", aseguró, al tiempo que celebró que el Gobierno evitase "un problema mayor" al asumir el "riesgo" de ir al Constitucional sin el aval del Consejo de Estado. Así las cosas, invitó a los partidos constitucionalistas catalanes "a tomar medidas" teniendo en cuenta que "este señor que quiere gobernar simbólicamente no ha sido el más votado". Es más, consideró que Inés Arrimadas "debería haberse movido" por ser quien ganó las elecciones.

"Debería estar todo el día diciéndole al señor Torrent lo que hay detrás, debería estar diciéndole que todo esto que están planteando perjudica a Cataluña, y tendría la confianza del Gobierno y yo estaría encantada de poder ayudar a los partidos constitucionalistas a poner en marcha ideas, proyectos...", indicó. Confirmó que no ha hablado con el presidente del Parlament, Roger Torrent, pese a que éste le trate "con mucha familiaridad". "Pero no porque hayamos tomado un café juntos", dijo, antes de pedirle que "no se preste a estos movimientos" que pretenden un Gobierno simbólico que es una "ridiculez".