Cuatro orejas para Ferrera y una para Juan Mora en Melilla

  • Talavante corta dos orejas a una buena corrida de García Jiménez

El diestro Antonio Ferrera, con cuatro orejas, ha sido el triunfador del mano a mano dirimido hoy en Melilla con Juan Mora, que ha dejado retazos de su personal concepto del toreo y que le ha valido para pasear también un apéndice.

Se han lidiado toros de Manuel Blázquez, justos de presentación, blandos y descastados.

Juan Mora, ovación, silencio y oreja.

Antonio Ferrera, oreja, dos orejas y oreja.

Ferrera ha rehusado de salir a hombros y ha acompañado a pie a Juan Mora en la salida de la plaza.

La plaza ha registrado más de media entrada en los tendidos.

TALAVANTE CORTA DOS OREJAS A UNA BUENA CORRIDA DE GARCÍA JIMÉNEZ

Alejandro Talavante, que ha cortado dos orejas, ha sido el triunfador de la tarde en Valladolid. Perera paseó un trofeo y Castella se fue de vacío.

FICHA DEL FESTEJO.- Se han lidiado toros de García Jiménez y el tercero de Olga Jiménez correctos de presencia y de buen juego.

Sebastián Castella: Ovación dos pinchazos y estocada trasera. Silencio tras dos avisos, media estocada tras cinco pinchazos

Miguel Ángel Perera: Ovación estocada que hace guardia, dos pinchazos y estocada. Oreja, estocada baja.

Alejandro Talavante: Silencio, dos pinchazos estocada caída y descabello. Dos orejas tras estocada.

Se ha cubierto media entrada, en tarde de agradable temperatura.

ESPADAS SIN AFILAR PARA UNA BUENA CORRIDA DE MATILLA

El encierro de Matilla fue de dulce, no apto para diabéticos. Con un montón de orejas para cortar, sirviendo en bandeja de plata el triunfo a la terna. Sin embargo, el mal uso de los aceros y la falta de conexión con el tendido, dejó el marcador en un discreto resultado.

Tuvo que llegar Talavante, sobre la bocina, para salirse de los raíles y del guion establecido. La tarde había transcurrido por los cauces de la monotonía y lo reiterativo. Dejó volar los vuelos de su muleta, de sus muñecas brotaron los muletazos con más calado en los tendidos. Relajo y personalidad de Talavante, con otro buen toro. Enterró el estoque como el cuchillo en la mantequilla.

Talavante se las había visto con un tercero de feas hechuras, alto de agujas y frentudo. Caramelo resultó sin clase ni fortaleza. Ante las nulas opciones de lucimiento, decidió abreviar. Sin convicción con la espada.

Castella resultó volteado feamente en el galleo por chicuelinas en el tercio de varas. Despensero tenía la despensa repleta de bondad y clase en su embestida. Codicioso y repetidor en sus viajes por ambos pitones. Castella pulcro y templado, en una labor iniciada con cambiados por la espalda en las rayas. Faena templada y ligada del de Beziers, toda ella en una baldosa. Sin embargo resultó fría como un témpano no llegó al tendida. Deficiente con la tizona.

Castella toreó de rodillas a la verónica en el cuarto. Más fibra al asunto le puso Castella, con un animal manejable, algo rebrincado en la embestida. Dejó pasajes estimables al natural, el pitón de mayores posibilidades. Faena con altibajos, algo brusca en los embroques. Le costó cuadrarlo, se atascó con la espada.

Perera cuajó al tercero, Terremoto que derrochó codicia e hizo surcos en la arena. Perera cimentó una intensa faena en el temple la quietud y el trazo largo en los muletazos. Lo empujó a embestir, tanto sobre la diestra como al natural.

En el tramo final la faena subió enteros en el sismógrafo, con un toreo de cercanías marca de la casa, rizos, circulares invertidos, impávido. Un sainete con los aceros le privó del triunfo.

Mostró fijeza en el peto Catavino. Suave y largo llevó Curro Javier a este quinto. A media altura la apertura de faena. Voluntarioso y firme Perera, amontonado por momentos, se encontró fácil. Mató de estocada baja.