La ley es el mayor problema para el colectivo LGBT en Oriente Medio, según Human Rights Watch

La ley es el mayor problema para el colectivo LGBT en Oriente Medio, según Human Rights Watch
Homofobia en Oriente Medio |Telemadrid

Las leyes que castigan las relaciones entre personas del mismo sexo o el travestimo son el principal problema del colectivo LGBT en los países de Oriente Medio y el norte de África, aunque no el único, denunció hoy en una entrevista a Efe la investigadora de Human Rights Watch (HRW) Neela Ghoshal.

"Las leyes son el gran problema en todos los países de la región, ya que en algunos prohíben las relaciones entre las personas del mismo sexo. Pero no es lo único, pues en otros (países) donde no existen esos textos, como en Jordania e Irak, la discriminación, la violencia y el estigma están siempre presentes", aseguró.

Por ese motivo, es "muy difícil que las personas se expresen en público sobre su orientación sexual e identidad de género", ya que "a muchas familias les da vergüenza si su hijo habla de ello, aunque sea aceptado en su entorno", argumenta.

HRW ha publicado varios vídeos en Youtube en los que jóvenes de ambos sexos describen cómo fue el proceso de sentirse "diferentes" hasta el momento en el que aceptan su realidad.

"Decidimos hacer algo para ayudarles a expresarse públicamente y así romper el silencio para que otras personas en la región puedan saber que es posible hacerlo, que pueden encontrar comunidades que los apoyan y que no deben quedar aislados en la vida", indicó Ghoshal.

"Para algunos fue más fácil, pero otros se negaron porque temen ser detenidos o expulsados de sus casas. No solo por sus familias, sino también por los propietarios. Y a pesar de ello, son muy activos en la sociedad civil", agregó.

En un informe presentado hoy y titulado "La audacia frente a la adversidad. Activismo en favor de los derechos LGBT en Oriente Medio y norte de África", HRW destacó que Kuwait y Emiratos Árabes Unidos están entre los países que criminalizan, de modo explícito, la "no conformidad de género".

Además, este año se unió a ellos Omán, que introdujo en su código penal una disposición que castiga a cualquier hombre "que se vista como una mujer".

En Baréin, aunque no hay una ley que criminaliza de modo explícito las identidades transgénero, varias personas fueron acusadas de "comportamiento indecente", "incitación a la depravación" o por vestirse "no como dicta su género".

Por otro lado, en Argelia, Marruecos, Túnez y el Yemen, las leyes prohíben las relaciones homosexuales, mientras que en el Líbano, Siria y Emiratos las condenan añadiendo que son "relaciones sexuales contrarias al orden natural".

En Catar culpan a cualquier hombre que "incita" o seduce a otro, mientras que en Egipto centenares de personas han sido detenidas en los últimos años por "libertinaje", que se aplica al hecho de ser homosexual, aunque no hay una ley que penalice explícitamente a la comunidad LGTB.

Ghosal destacó la importancia que de que estos informes puedan llegar a la comunidad LGBT "para que vea que hay personas que lograron romper ciertos límites".

En referencia al Líbano, el país donde se ha presentado el informe, "los avances son visibles. (La comunidad) LGTB lo ha conseguido, ya que hacen manifestaciones, actividades, vídeos. Incluso, entre los candidatos a las elecciones legislativas (previstas para el 6 de mayo), hay quienes la apoyan, lo que no sucede en otros países", sentenció.