Los niños que duermen menos de nueve horas rinden menos en la escuela

  • Los escolares de primaria deben dormir entre nueve y diez horas
  • El 67 % de los escolares duerme menos de nueve horas al día

Los alumnos de primaria que duermen menos de 9 horas al día rinden menos en el colegio que el resto de compañeros que mantienen un sueño de entre 10 y 11 horas que es lo que recomiendan los expertos. Según un estudio llevado a cabo por las universidades autónoma de Barcelona y Ramón Llul el 67 por ciento de los menores duermen entre siete y ocho horas, lo que repercute negativamente en su rendimiento escolar. La falta de sueño y también la escasa regularidad con que los jóvenes se van a la cama incluyen negativamente en el conocimiento lingüístico, en las reglas gramaticales y ortográficas y en aspectos clave de la organización y comprensión de textos, todo competencias básicas que puede repercutir en otras muchas materias.

En el estudio en el que se evaluaron a 142 alumnos de primaria (65 niñas y 77 niños) procedentes de diversos centros escolares y sin alteraciones patológicas que afecten al sueño, siete de cada diez menores reconoce que al menos tres veces en semana regresan a su casa más allá de las nueve de la noche lo que les lleva a irse a la cama en torno a las once de la noche cuatro veces a la semana.

Muchos padres reconocen que en estos primeros dias de colegio cuesta convencer a los pequeños de la conveniencia de irse pronto a la cama. Pero tambien les cuesta concienciarse a ellos de que los horarios han de mantenerse todos los días, incluidos también los fines de semana.

Para Ramón Cladellas, jefe del área de Psicología Evolutiva de la Universidad Autónoma de Barcelona, que junto a la de Ramón LLul han llevado a cabo el estudio, los padres fijan mucho la atención en el tiempo que los pequeños se exponen a la televisión o los videojuegos sin dar importancia a las horas de descanso que han de guardar. Por ello el estudio que ha publicado la revista recomienda que padres, profesores y pediatras elaboren juntos un plan de prevención para garantizar que la falta de sueño no sea un obstáculo para el proceso vital y evolutivo del niño.