Valencia: Investigan si el asesino del subinspector fue el descuartizador

  • Autoridades y compañeros del policía asesinado acuden a su capilla ardiente
  • El ministro del Interior impone la medalla al mérito policial a título póstumo

La investigación abierta en torno al asesinato ayer de un subinspector de Policía en Valencia intenta confirmar si el supuesto homicida, abatido a tiros por otro agente tras la agresión, fue el responsable del descuartizamiento de una persona de nacionalidad española cuyo torso apareció en una maleta. Así lo ha explicado hoy el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, según el cual el supuesto asesino era sueco e iba a ser identificado por los agentes encargados de investigar la aparición previa de esos restos humanos cuando empezó a agredir con un cuchillo al subinspector.

Moragues ha señalado que la maleta que apareció anteanoche en la avenida de Peris y valero, a escasos metros de la calle de Sueca, donde tuvo lugar ayer al mediodía la agresión mortal al policía, contenía un torso mutilado con restos de sangre que "denotaban" que el asesinato había sido "reciente".

Las pesquisas de los agentes encargados del caso les condujeron, horas más tarde, al número 77 de la calle de Sueca, en el barrio de Russafa.

Cuando esta patrulla llegó a Sueca sobre las dos de la tarde, "apareció el presunto asesino causante de este cuerpo mutilado y empezó a agredir con un cuchillo al agente Blas y tuvo que ser su compañero el que lo abatiera", ha relatado Moragues.

El juzgado encargado del caso ha decretado el secreto de sumario, "la investigación está abierta", y se investiga "el móvil, el nexo, la relación del cuerpo aparecido en la maleta y la agresión por parte de esta persona", según el delegado del Gobierno, quien ha transmitido sus condolencias a la familia del policía fallecido.

EL MINISTRO DEL INTERIOR VISITA SU CAPILLA ARDIENTE

Autoridades policiales, institucionales, judiciales y políticas han asistido esta tarde a la capilla ardiente instalada en el cuartel valenciano de Zapadores con los restos mortales del subinspector Blas Gámez, asesinado ayer durante una investigación por un hombre que fue posteriormente abatido a tiros.

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha encabezado la comitiva institucional que ha acudido al cuartel, en el que han coincidido unas trescientas personas, sobre todo miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, para dar su último adiós al agente, a quien Zoido le ha impuesto la medalla al mérito policial a título póstumo.

El ministro ha llegado al patio de armas del cuartel, de luto y cuya bandera de España ondea a media asta, acompañado por el delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues; el director general de la Policía, Germán López Iglesias, y el jefe superior de Policía de la Comunitat, José Javier Cuasante.

Hasta Zapadores se han desplazado también, entre otros, el alcalde de Valencia, Joan Ribó; la consellera de Justicia, Gabriela Bravo; la presidenta del Tribunal Superior de Justicia valenciano, Pilar de la Oliva; el decano de los jueces de Valencia, Pedro Viguer; la fiscal jefe la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, y el ex director general de la Policía Juan Cotino.

Según han comentado fuentes policiales, en el interior de la capilla -a la que los medios no han podido acceder- se ha producido el acto de imposición a título póstumo de la medalla al mérito policial y Zoido ha permanecido durante una media hora junto a la viuda y los hijos del subinspector.

La capilla ardiente permanecerá abierta en el cuartel de Zapadores hasta las once de la mañana y una hora más tarde tendrá lugar el funeral en la Catedral de Valencia.