Ocurre en el distrito de Usera, En la calle Elizondo 34. La valla se les caída a pedazos. Decidieron levantar una nueva y para ello presentaron a la Junta de Distrito toda la documentación requerida para solicitar el permiso de obra.
El proyecto: levantar una nueva valla de ladrillo visto, de 1.80 metros de altura. Pagaron la pertinente licencia de obras y demás impuestos, y llevaron a cabo las obras. Un año y medio después, el Ayuntamiento les ha notificado que deben derribar la valla.
"Frustración" es lo que sienten estos dos vecinos de la colonia de Usera. No entienden las razones que ha llevado a los técnicos del Ayuntamiento a pedir su derribo, cuando en el proyecto técnico presentado en su momento, que nunca fue corregido, aparecían reflejadas las características técnicas que iba a tener la susodicha valla.
No encuentran justificación a la exigencia del Consistorio. Además, dicen, que en la colonia hay vallas de características similares e incluso vecinos que han acometido el cerramiento completo de sus jardines.
Un choque, nuevamente, con la burocracia administrativa. Las preguntas que se hacen estos vecinos son las siguientes: ¿Y si la anterior valla, que se encontraba en mal estado, se cae y algún vecino resulta herido? ¿Quién sería el responsable?
