La víctima del dentista mirón de Alcorcón asegura que hay más trabajadoras afectadas

  • Entrevista en exclusiva en Buenos Días Madrid de Telemadrid
  • El dentista ha sido condenado a tres años de cárcel por espiar a esta mujer mientras se cambiaba

La víctima del dentista mirón de Alcorcón encontró por casualidad los vídeos que grababa para espiarla en la clínica donde trabajaba y lo denunció.

El pasado lunes el Juzgado de lo Penal número 2 de Móstoles condenó a tres años de cárcel y de inhabilitación para ejercer la odontología al dueño de esta clínica dental de Alcorcón por colocar un dispositivo grabador en el almacén para captar la imagen de una de sus empleadas mientras se cambiaba de ropa.

"Ha sido muy duro"

Telemadrid ha hablado con la trabajadora que le denunció y que quiere salvaguardar su identidad. Cuando encontró un USB en el suelo y comprobó las grabaciones confiesa que se quedó impactada “porque me parecía impensable una cosa así”.

Arantxa, nombre ficticio para preservar su identidad, asegura que lo primero que hizo fue ponerse en manos de un abogado “y fue muy duro”. El abogado le dijo “que lo primero era conseguir las pruebas, porque sin ellas no se podía condenar al dentista”.

Mirón descubierto

Aconsejada por su abogado, Juan Jiménez-Piernas, Arantxa dice que “yo no me puse en contacto con él (el dentista) y la mejor opción fue comprar otro USB para sustituirlo, así conseguí las pruebas”. Después “no hubo ya contacto. Dejé de ir al día siguiente y se le mandó un burofax”, explica.

Aparte de su caso Arantxa en la grabación se ve cómo se cambiaban también otras trabajadoras. “Tengo constancia de que hay más personas afectadas”, confirma la denunciante.

Un USB decisivo

Su abogado, Juan Jiménez-Piernas, refrenda su declaración y dice a Telemadrid que “intentamos llegar a un acuerdo amistoso, pero fue imposible”. Las grabaciones originales del USB fueron decisivas para los jueces. En el ‘pendrive’ había 10 grabaciones, y también aparece otra trabajadora.

El dentista espía, ahora condenado, llegó a decir “que me puso una cámara porque le robaba, pero la denuncia directamente se archivó” sin que se le diera credibilidad. “Pero es que, además, es no hay ni caja registradora”, dice Arantxa.

Sigue con la clínica abierta

Antes de trabajar en esta clínica de Alcorcón, la víctima trabajaba en Funnydent que quebró. “Después de esta mala experiencia, ya no quiero nada con más dentistas”, señala.

Después de este proceso que ha durado 4 años, “este señor no se ha puesto en contacto conmigo ni me ha perdido perdón. Sigue trabajando y con su clínica abierta”, asegura.

Espiar la intimidad

En la sentencia que condena al dentista se deja constancia de que la víctima era "ajena por completo" a esta situación, que fue descubierta por la víctima en febrero de 2016, cuando encontró el USB en el suelo de la recepción de la clínica y lo introdujo en un ordenador para intentar recabar pistas sobre su propietario.

Sin embargo, la mujer descubrió que había sido grabada con cámara oculta, ya que el dispositivo electrónico contenía vídeos captados mientras se cambiaba y donde se la veía perfectamente en bragas, por lo que decidió entonces dejar de nuevo el 'pendrive' en el suelo, fijándose en el ángulo de cámara y dando después "el cambiazo".

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