Los polos se están derritiendo a un ritmo creciente y los océanos, además de aumentar su nivel, están aumentando su temperatura. Para monitorizar estos fenómenos, la comunidad científica ha distribuido 3.000 puntos de control a lo largo de todos los mares y océanos del planeta. En ConCiencia hemos hablado con Rafael González Quirós, el Jefe del Área de Medio Marino del Instituto Español de Oceanografía. Él nos explica cómo funciona esa red Argo que monitoriza el estado de los océanos y los datos no son nada tranquilizadores. Si no cambia nada, el nivel del agua va a seguir subiendo poniendo en riesgo multitud de ciudades situadas en los litorales de todo el mundo.
