Nacho Dean ha unido cuatro continentes andando

La vuelta alrededor del mundo ha cambiado a Nacho Dean (Málaga, 1980). "Cuatro continentes, 31 países y 33.000 kilómetros caminando", señala este madrileño de adopción, aventurero profesional, escritor y conferenciante.

Una proeza con un claro objetivo: "Documentar el cambio climático para lanzar un mensaje de conservación de la naturaleza y el planeta Tierra. Había hecho otras rutas caminando y me sentía también que me dije 'por qué no dar la vuelta al mundo caminando'".

Nacho Dean

No fue fácil tomar la decisión: "Me tuve que desprender de mi casa, del trabajo, de mi familia, de mis amigos, pero sobre todo, de mis miedos".

Su única compañía, un carrito con todo su equipaje, "He llevado agua, comida, un botiquín de primeros auxilios, una tienda de campaña, un saco de dormir, una esterilla y un camping gas", recuerda Nacho Dean.

Carrito que se convirtió en su amigo Jimmy durante tres años. En su periplo ha pasado momentos difíciles. Ha sufrido atracos en Perú y El Salvador, ha sido testigo de un atentado en Bangladesh, sobrevivió a la fiebre chikungunya en Chiapas. En México huyó a la carrera de unos asaltantes con machetes. En Irán terminó en la cárcel.

Ha cruzado territorios inhóspito y ha sufrido las condiciones meteorológicas más terribles. El país que más le ha marcado ha sido India.

Nacho Dean

Tras 3.095 días regresó al punto de partida, la Puerta del Sol y decidió emprender otro viaje, la Expedición Nemo, que "es un desafío que consiste en unir nadando los cinco continente". Inició su aventura uniendo Europa y África por el estrecho de Gibraltar.

Continuó enlazando Europa con Asia entre Grecia y Turquía y vivió su reto más complicado entre América y Asia por el estrecho de Bering, antes de lanzarse al agua para unir Asia y Oceanía entre Papúa y Papúa Nueva Guinea. El quinto y definitivo reto fue unir Asia y África. Ya prepara nuevas aventuras.

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