Bochorno en Italia tras los insultos racistas en el Inter-Nápoles

Lamentables incidentes en el fútbol italiano. Todo ocurrió este miércoles en el estadio Giuseppe Meazza, durante el Inter - Nápoles y con la afición local profiriendo insultos racistas contra el defensor visitante Kalidou Koulibaly, quien fue expulsado en el minuto 81 víctima de los nervios tras escuchar menosprecios durante todo el partido.

Todo el fútbol ha condenado este episodio bochornoso que se vivió en la última jornada del año de la Seria A.

Los aficionados del Inter y del Nápoles ya se enfrentaron antes de que comenzara el choque en unos altercados que se saldaron con cuatro personas apuñaladas y otra fallecida tras ser atropellada por una furgoneta.

La tensión continuó después dentro del estadio, donde los seguidores del Inter corearon improperios contra varios jugadores de raza negra, entre ellos Koulibaly, que terminó expulsado.

Tras este suceso, la Federación de Fútbol italiana (FIGC) ha decidido elaborar normas que faciliten la suspensión de los partidos en caso de que existan coros racistas, según ha anunciado en una nota el presidente, Gabriele Gravina.

"Estoy orgulloso de mi color de piel, de ser francés, senegalés y napolitano"

El propio Koulibaly repudió estos insultos en un mensaje en las redes sociales en el que dijo estar "orgulloso" de su "color de piel, de ser francés, senegalés y napolitano" y sobre todo "un ser humano".

El entrenador del Nápoles, Carlo Ancelotti, ya mostró su enfado durante y después del partido, y en la rueda de prensa posterior al cruce afirmó que pidió "tres veces a la fiscalía la suspensión del partido por los gritos contra Koulibaly".

"Ha habido tres peticiones, pero no ha bastado, el partido ha seguido. La próxima vez nos paramos nosotros, aunque nos hagan perder el partido", dijo, al tiempo que subrayó que "Koulibaly estaba nervioso y normalmente es una persona muy calmada y respetuosa".

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