Irene Villa: "Decidí perdonar porque el odio hubiera hecho que ganaran los malos"

  • Irene Villa y su madre fueron víctimas del atentado que ETA llevó a cabo el 17 de octubre de 1991 en Aluche

La mañana del 17 de octubre de 1991 Irene Villa y su madre volvieron a nacer, pero la vida nunca volvió a ser igual. Irene por aquel entonces contaba con 13 años y se disponía a ir al colegio con su madre, funcionaria en una comisaría, cuando uno de los numerosos artefactos explosivos que estallarían esa mañana en el barrio de Aluche hizo saltar por los aires el coche en el que viajaban. Irene perdió ambas piernas, varios dedos de la mano y se convirtió en todo un referente para las víctimas y un claro ejemplo del horror del terrorismo.

Solo les ponen bombas a la gente importante y nosotras no somos nadie

La madre de Irene Villa recuerda cómo escucharon la primera explosión cuando todavía estaban en su casa y tras poner la radio supieron que se trataba de ETA. Al salir de casa, la propia Irene le preguntó a su madre si no les pondrían una bomba a ellas. “Solo les ponen bombas a la gente importante y nosotras no somos nadie”, le contestó María Jesús a su hija Irene. Minutos después, estallaba la bomba que habían puesto en los bajos de su coche.

Desde aquel día la vida de Irene ha sido una constante superación. Los dolores, el recuerdo de aquel día y las numerosas cicatrices de su cuerpo no le han hecho ni perder la sonrisa ni dejar espacio al odio porque como ella misma dice: “Decidí perdonar porque el odio hubiera hecho que ganaran los malos” .