Sol, playa y piscina, una mala combinación para nuestros ojos

Ahora que llega el verano y lo hace para quedarse definitivamente, tenemos que prestar atención a nuestros ojos. La mezcla de sol, piscina (cloro), playa (agua del mar) y ojos es una combinación nefasta. Para explicarnos cómo afecta el verano en nuestros ojos y cómo cuidarlos convenientemente para prevenir enfermedades o molestias, hemos contado con la presencia en el plató de Madrid Contigo con Carlos Grande, Jefe Oftalmología Hospital Universitario Santa Cristina.

La mezcla en las piscinas del cloro con el nitrógeno producido por orina, sudor, saliva o descamación, puede provocar, si no se está protegido con gafas de buceo, una conjuntivitis irritativa. Además de las gafas, es recomendable lavar los ojos al salir con agua de la ducha.

Tampoco es recomendable, según Carlos Grande, utilizar las lentillas habituales en piscina o playa. Podemos recurrir, en este caso, a las lentillas desechables.

Pero no sólo el agua puede dañar nuestros ojos en verano. La acción del sol, especialmente fuerte en el periodo estival, puede dañarnos seriamente sin protección. Unas gafas adecuadas y homologadas serán nuestro escudo contra el sol. Ojo con las gafas baratas que además no cumplen los requisitos mínimos porque además de no protegernos pueden conseguir el efecto contrario.

Cuando nos pican los ojos por la sequedad o se nos ponen rojos, tendemos a ponernos gotas blanqueantes. Esto es un error, pues pueden incidir en nuestra tensión ocular. Sólo son recomendables, según el doctor, las gotas de lágrima artificial.

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