Los remeros madrileños no están de acuerdo con la decisión del Ayuntamiento de prohibir la práctica de este deporte en el tramo urbano el Manzanares para renaturalizar el cauce. Tampoco comprenden la solución que les dan, es decir, trasladarse al pantano de Valmayor.
Hablamos con Pedro Arévalo, presidente de la Federación Madrileña de Remo. Considera que “El Pantano de Valmayor no es ninguna opción para nosotros, en primer lugar porque somos una escuela municipal, de Madrid capital”.
“Además El Canal de Isabel II, que gestiona el embalse, no da permisos para ninguna actividad deportiva. Ya tuvimos que desalojar las instalaciones hace un año”, añade Arévalo.
Las obras en la presa número 9 del tramo urbano del Manzanares ha mermado la cantera de remeros, según explica Arévalo. “Después de dos largos años - y una cuarentena por cuestiones ecológicas- de espera, volvimos a remar aquí, pero enseguida llegaron las amenazas por redes sociales y la prohibición”.
Respecto al daño ecológico que la actividad del remo puede provocar en el ecosistema del río Arévalo argumenta que “en ninguna parte del mundo ha habido problemas ecológicos con la práctica del remo”.
