El Castillo de Casasola fue construido por los romanos como aduana para el cobro de impuestos en la ruta de la Plata. Más tarde llegaron los mozárabes, dejando su huella con la construcción de un pozo que además de almacén servía como vía de escape en caso de ataque.
Con el tiempo la fortaleza fue pasando de mano en mano hasta llegar al Marqués de Casasola, quien le dio su nombre actual. Sus aposentos constan de 739 metros cuadrados distribuidos en 10 habitaciones, 5 baños, varias terrazas, dos torreones, un puente con tres ojos y, por supuesto, el característico foso.
Rodeado de 3 millones de metros cuadrados, sus terrenos son idóneos para el cultivo del olivo, la vid, o el pistacho. Sepan que aquí se han rodado varias películas, anuncios de televisión y también se han celebrado eventos y cacerías por ser coto privado de caza. Pues eso, si les toca la lotería ¿por qué no comprarse este castillo para poder decir con propiedad: soy el rey de la casa.