Nantes, arte e ingenio en la puerta de la Bretaña francesa

Madrileños por el Mundo se ha deplazado casi 800 kilómetros hasta Nantes, una ciudad situada al Noroeste de Francia con unos 300.000 habitantes que se hizo famosa en el s.XVIII gracias a su puerto marítimo, el más importante del país galo.

Rodeada por el Loira y su afluente, el Erdre, Nantes es una joven urbe donde dos de cada tres de sus ciudadanos son menores de 40 años.

Verónica, una madrileña de Vallecas, nos cita junto al Castillo de los Duques de Bretaña, última fortificación al borde del Loria antes del océano. Esta bonita residencia acoge el Museo de Historia de Nantes y ofrece un viaje a través de cinco siglos de historia. Desde 2015, junto al castillo hay un enorme espejo de agua en el que se refleja la fortificación.

Recorremos 'El viaje a Nantes', una ruta turística y cultural -marcada por una línea verde- que transita los principales lugares de interés de la ciudad.

Nos pasamos por 'Isla Feydeau', un barrio nanteño antiguamente ubicado en una isla y que posteriormente se unió a la ciudad gracias al soterramiento del río en el s.XVIII. Feydeau es famoso por sus casas, ligeramente inclinadas debido a la inestablilidad del suelo. Precísamente en una de esas casas nació el archiconocido escritor Julio Verne.

Tras enseñarnos su trabajo vemos el Río Loira, el más largo de Francia. Conocemos un poquito de historia sobre la trata de exclavos en los puertos franceses allá por el S.XV y pasamos a ver el proyecto turístico de la ciudad en torno a las Máquinas de la Isla: estructuras monumentales de esculturas urbanas que están accesibles al público y ofrecen una atractiva mezcla entre los “mundos inventados” de Julio Verne, el universo mecánico de Leonardo da Vinci y la historia industrial de Nantes. Nos podemos encontrar desde un gigantesco tiovivo de tres pisos dedicado al mar (25m de altura y 22m de diámetro); cabalgar en el bestiario de máquinas de los fondos marinos hasta la superficie de los océanos...y en los antiguos astilleros, observar el elefante mecánico.

Sara, madrileña de Getafe, nos lleva a una quesería en el país de los mil quesos. Luego pasamos a ver la catedral de Nantes: Saint-Pierre y Saint-Paul es un monumento de estilo gótico con una altura superior a Notre-Damme. Vemos la Prefecture, como el Palacio de la Moncloa español, y la antigua Bolsa.

Paseamos por el barrio de Graslin. Desde su plaza divisamos La Ópera; el Pasaje Pommeraye, una preciosa galería comercial del siglo XIX; y La Cigale, un bar de estilo moderno del siglo XIX. En este emblemático restaurante nantés se puede comer desde unos 30 euros.

Nuestro siguiente destino es la Torre de Bretaña, con un peso total de 80.000 toneladas y 144 metros de altura (32 pisos), esta torre de los años setenta es un faro en el paisaje de Nantes. Subimos hasta arriba a tomarnos un refresco en su bar.

De vuelta al puerto, pasamos por Hangar à Bananes, una de las zonas alternativas de la ciudad y vemos de día otro de sus símbolos: una serie de anillos metálicos gigantes obra de Buren y de Bouchain que se iluminan de noche con multitud de colores.

Andrés, madrileño de Carabanchel, nos cita en el centro de Nantes para llevarnos a un curioso Bar de Gatos. Salimos para pasear por Bouffay, el barrio medieval de Nantes. Es el auténtico casco histórico de la ciudad.

Saliendo del centro, Andrés nos muestra la sede central de Airbus en Nantes. Vemos por dentro cómo se fabrican los aviones más famosos de Europa. Salimos de la fábrica para pasear por el Jardin des Plantes, un jardín botánico público de la ciudad de Nantes, con una superficie de 7,32 hectáreas. Típicas son sus esculturas hechas de plantas. Nantes fue elegida Ciudad Verde Europea en 2013.

Aralia, una simpática vallecana, nos recibe en el tranvía y nos lleva hasta Georges Gautier, la chocolatería más antigua de Nantes. Este edificio está clasificado como Patrimonio Nacional. Tras comernos unos 'Chichis' (churros), recorremos el Passage Pommeray, cogemos un Navibus para llegar a Trentemoult: antiguo pueblo de pescadores que ofrece una de las más hermosas vistas de Nantes y unos magníficos atardeceres sobre el estuario.

No podía faltar en nuestra visita a Nantes visitar el Museo de Julio Verne, el personaje más importante de la ciudad. Nos despedimos en el Lugar Unico, la antigua fábrica de galletas LU.

RECOMENDACIONES DE VIAJE

Documentación: DNI o pasaporte.

Visado: Los ciudadanos españoles no necesitan visado para entrar y permanecer en Francia.

Vacunas: Obligatorias: Ninguna. Recomendadas: Si viaja a los Departamentos y colectividades de ultramar, tenga en cuenta que puede ser necesario adoptar precauciones contra la malaria y otras enfermedades tropicales.

Moneda: Euro. En materia de divisas serán de aplicación las restricciones previstas en la normativa comunitaria.

Seguridad: Zonas de riesgo (deben ser evitadas): ninguna. Zonas de riesgo medio: algunos suburbios periféricos de las grandes ciudades (París, Marsella, Toulouse...). Zonas sin problemas: si bien las zonas más turísticas del país, especialmente en París, gozan de una protección policial importante, es en ellas, así como en los transportes públicos, donde se produce el máximo índice de robos, por lo que es aconsejable adoptar un mínimo de precauciones: No llevar toda la documentación, dinero y tarjetas en un mismo bolso o maleta. Estar alerta al sacar dinero de un cajero automático. Ser discreto al utilizar el móvil en un lugar concurrido. No dejar bolsos o mochilas sin vigilancia. En caso de pérdida o robo, ya sea de objetos o documentación, conviene presentar denuncia en una Comisaría de Policía: "main courante", si no ha habido daño físico, y "plainte" en caso de robo con agresión.

Sanidad: Se recomienda a quienes vayan a viajar a Francia que soliciten la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) en cualquiera de los centros de atención e información de la Seguridad Social en España. La Tarjeta da derecho a su titular a recibir las prestaciones sanitarias que pueda necesitar durante una estancia temporal en Francia, independientemente de que de que el objeto de la estancia sea el turismo, una actividad profesional o los estudios. Aquellas personas que tengan previsto viajar a los Departamentos y Colectividades de ultramar deben tener en cuenta que presentan características específicas en función de la zona y el clima. En algunos casos, hay que tomar precauciones para evitar enfermedades como la malaria, el dengue o, en el Caribe, el chikungunya.

A tener en cuenta: Existencia de pequeña delincuencia (tirones, robos en automóviles…) que hacen aconsejable un mínimo de precauciones, especialmente en lugares turísticos. Se producen con demasiada frecuencia accidentes mortales de españoles, aficionados e incluso profesionales que practican el alpinismo y otros deportes de montaña, sobre todo en los Alpes, por lo que se recomienda se tomen las mayores medidas de precaución posibles. La velocidad máxima en autopista es de 130 km/h en condiciones climáticas normales y de 110 km/h en caso de lluvia; 90 km/h en carreteras nacionales, y 80 km/h con lluvia; y 50 km/h en ciudades. Está prohibido conducir con un nivel de alcohol superior a 0,25 mg por litro de aire expirado, o 0,5 g en sangre. La administración francesa aplica con todo el rigor la legislación de tráfico, siguiendo el principio de "tolerancia cero". Así, un exceso de velocidad superior a 40 km/h sobre el límite autorizado es sancionado con la retirada inmediata del permiso de conducir y una multa importante. En el caso de que un exceso de velocidad, cualquiera que sea éste, ponga en riesgo la vida de terceras personas, la sanción puede ser de un año de prisión y una multa superior a 15.000 euros. La sanción puede llegar a 10 años de cárcel si existen circunstancias agravantes

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