Fernando visita el único supermercado de Batres. Allí le espera Maite, procedente de Carabanchel y antigua comercial de mobiliario.
Hace 21 años decidió cambiar de vida y cambiar Madrid por Batres. A los dos años de eso se quedó en paro y coincidió con que las únicas tiendas de alimentación del pueblo echaban el cierre. Se le encendió la bombilla y decidió montar lo que ahora se llama la Despensa de Maite. Nos cuenta que al principio vendía sus productos en plena calle y que luego el ayuntamiento le cedió un pequeño local.
Después quedamos con Rocio y Paqui, dos antiguas vecinas del pueblo que nos cuentan que es uno de los pueblos más fríos en invierno y también en verano, la importancia del río en la postguerra para que la gente bebiera y pescara y nos a ver llevan a la plaza del ayuntamiento y a la iglesia.
Pasamos dentro del templo donde nos cuentan que la Cruz de Batres es la patrona del pueblo. No es una imagen de un virgen como en casi todas las iglesias debido a una famosa leyenda. Allá por el siglo XVI, un labrador recogió leña del monte que llevó a su casa para combatir el frío del invierno. Colocó los leños en su hogar y tras varios intentos, no fue capaz de encender la lumbre. De repente un resplandor de luz y fuego iluminó el lugar y en su centro se formó una Cruz con los leños que se disponía a quemar. Esta leyenda fue tan conocida que el Papa Pío V donó al pueblo sus sandalias.
