Carla visitará a Fran, vecino de Madarcos y encargado de gestionar las casas rurales municipales del pueblo. Tienen historia, ya que lo que eran la antigua escuela y la casa de la maestra son ahora alojamientos vacacionales. Tienen 4 habitaciones dobles con baño en la planta de arriba que combinan la esencia rural del pueblo con toques de modernidad en la decoración. Aparte de las estancias, la casa tiene un amplio patio con una barbacoa para llenar la panza y 3 rutas marcadas autoguiadas por el entorno para bajar lo que comamos. Salimos de la casa y pasamos por el centro dotacional del pueblo, recientemente construido, con un aspecto moderno que se combina con el estilo rural de Madarcos y pionera en España por calentarse con un sistema geotérmico. Mientras paseamos nos cuenta Fran que antes de vivir aquí ha pasado por muchos sitios pero que él es originariamente de León. Por motivos de trabajo se tuvo que trasladar a la sierra, vio Madarcos y se enamoró. Fran es padre de dos de los 6 niños que hay en el pueblo y nos cuenta que para vivir aquí te tiene que gustar y que él por lo menos no echa nada de menos la cuidad. Nos lleva por último a conocer a Miguel y Lourdes, propietarios de una carpintería en Madarcos desde hace un año. Lo curioso de este negocio es que elabora muebles a medida con palés. Los dos son jóvenes y como muchos de los ruteros que hemos conocido han apostado por esta vida tranquila y sencilla en la sierra de Madrid.
