El Ayuntamiento de Madrid acaba de instalar en Villaverde un gastrolab, una cocina que proporciona todos los medios a los madrileños que quieran hacer crecer su negocio de alimentación.
"Este plato está tan rico que hasta podría venderlo". ¿Cuántas veces hemos oído algo así en nuestras casas? Pero raramente ese cocinero se atreve a buscar el éxito en el mercado. Entre otras cosas porque las cocinas domésticas no están preparadas para la producción a mayor escala.
Eso es lo que pone ahora en marcha el Ayuntamiento: Una buena cocina con medios suficientes y asesoramiento, para el que se quiera atrever a vender sus croquetas, sus magdalenas, o sus caracoles.
Caracoles para tapas
Es una iniciativa que aprovecha, por ejemplo, un senegalés que cocina a la madrileña. Prepara caracoles que cultiva en Cadalso de los Vidrios. Los vende luego para tapas en el mercado y el cliente puede llevarse un bote.
Otro ejemplo es el de quienes quieren aumentar el negocio y envasar mucho más. Para ellos la solución está en el gastrolab de Villaverde.
Allí se han puesto a disposición los mejores medios, como por ejemplo una sartén basculante que cuesta alrededor de 4.000 euros. Todo el obrador está valorado en unos 70.000 euros.
En el proyecto Mares, se aporta también asesoramiento integral para todos los casos. Para que sus negocios, aunque vayan lentos como los caracoles, no dejen de avanzar.
