Comienza uno de los juicios más esperados del año en Alicante. Comparece ante el juez el único acusado por el homicidio de quien fuera la mujer del antiguo presidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo. El acusado era yerno de la fallecida. La Fiscalía cree que simplemente mató o encargó matar a su suegra por un asunto de dinero.
Nunca encontraron pruebas concluyentes contra él. De hecho, su detención se produjo meses después del asesinato, pero la Policía ha sido incapaz, hasta la fecha, de encontrar algo concluyente que demuestre que Miguel López, en persona o a través de un sicario, fuera el autor del crimen.
El móvil
Sin embargo, la investigación poco a poco fue esclareciendo un caso muy turbio. Miguel López tenía un claro móvil para acabar con la viuda de quien fuera presidente de la CAM. Un móvil económico: la viuda acababa de decidir dejar todo el negocio familiar en manos de su hijo mayor.
El acusado, casado con la hija pequeña de la víctima, regentaba además el concesionario de coches donde se cometió el crimen.
El arma no ha aparecido
En su contra, también, que tenía armas y acceso a ellas, ya que era aficionado al tiro. El arma con la que se efectuaron los disparos nunca apareció. Las pruebas balísticas además comprobaron que había sido modificada.
Al acusado también se le practicó la prueba de parafina para tratar de encontrar restos de pólvora en su cuerpo. Sin resultado.
Hoy se ha constituido el jurado, y nos enfrentamos a un juicio muy largo con no menos de 15 sesiones previstas y un extensísimo catálogo de peritos y expertos.
Lo cierto es que tanto la Fiscalía como la acusación particular piden para el único acusado 24 años de cárcel, por un doble delito de asesinato y tenencia ilícita de armas.
