La Policía detuvo anoche al conocido rapero Ghostmane y a su banda por destrozar el escenario y los camerinos de la sala Barceló tras el concierto.
El fin de fiesta suele ser el mismo en los conciertos de Ghostmane. Pero anoche el artista norteamericano la performance destructora se le fue de las manos.La Policía Nacional le detuvo sobre las once de la noche junto a siete miembros de su banda por un delito de daños.
El concierto había terminado en el Teatro Barceló, pero los artistas querían seguir tocando. La sala cortó el sonido y eso, al rapero no le gustó un pelo. Destrozó el micrófono y la guitarra. Su ira continuó en los camerinos, con espejos y cristales rotos
Fueron los propios antidisturbios los que se llevaron a los músicos entre protestas de los asistentes. La banda acabó pasando la noche en el calabozo.
Uno de los asistentes al concierto ha explicado a Telemadrid que a la media hora de comenzar los gerentes de la sala y los vigilantes "comenzaron a recoger la sala sin mediar palabra con los artistas". Otro ha explicado que es conocido en la actuación de Ghostmane su afición por destrozar los instrumentos durante sus actuaciones.
