Estados Unidos reprime con gases lacrimógenos el intento de un grupo de migrantes de saltar la valla.
Ha sucedido en Tijuana (México), donde la caravana de centroamericanos no pierde la esperanza de cruzar al otro lado. Hombres, mujeres embarazadas y niños de corta edad se vieron obligados a retroceder en su intento de saltar la valla.
La Policía Federal Mexicana envió refuerzos con el objetivo de repeler nuevos intentos. La ciudad está sumida en el caos. El Gobierno ya ha anunciado que deportará a unos 500 migrantes que trataron de entrar en EEUU "de forma violenta".
Como consecuencia de este intento de asalto, el Gobierno de Estados Unidos cerró el paso fronterizo que comunica San Diego con Tijuana durante cuatro horas de alerta, mientras el presidente Donald Trump mantiene la amenaza de cerrar la frontera.
