Fernández Díaz y Francisco Martínez se acusan de mentir en un careo tenso sobre el 'caso Kitchen'

El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz y el que fuera su secretario de Estado, Francisco Martínez, mantuvieron este viernes las versiones antagónicas que defendieron en sus declaraciones ante el juez instructor del 'caso Kitchen', Manuel García Castellón, que les había citado para un careo. Su confrontación fue tensa, se acusaron mutuamente de mentir y provocaron incluso varias llamadas a la calma del magistrado.

Ambos llegaron a la Audiencia Nacional diez minutos antes de la hora fijada para su comparecencia. Fuentes presentes en el careo aseguraron que hubo momentos de tensión entre los dos protagonistas y que el magistrado tuvo que llamar a la calma al exministro, que atacó duramente al que fuera su mano derecha.

Con este careo se pretende dilucidar si alguno de ellos o los dos tuvieron conocimiento del 'caso Kitchen', una trama parapolicial financiada supuestamente con fondos reservados para espiar al extesorero del PP Luis Bárcenas con el objetivo de hurtarle documentos comprometedores para el PP y ocultar su contenido al juez.

Fernández Díaz negó tajantemente, incluso con vehemencia, que tuviera conocimiento de esa operación y haber enviado al secretario de Estado varios mensajes SMS en los que hablaba abiertamente del dispositivo y nombraba a Sergio Ríos, el chófer de Bárcenas infiltrado para espiarle. Martínez, sin embargo, se mantuvo en su versión y defendió la veracidad de los mensajes que registró mediante acta notarial.

Fernández Díaz sostuvo su versión de que no estaba informado de esa operación y aseguró que los mensajes que se le atribuyen no eran suyos ni los conocía. Así, explicó al juez que los SMS que Martínez certificó ante notario estaban manipulados y llegó a acusar al secretario de Estado de Seguridad de pedir el borrado de algunos de ellos.

También discrepó sobre el uso de la letra 'k' en lugar de 'que' en los mensajes. Martínez insistió en que el exministro usaba esa fórmula en sus mensajes, mientras que el que fue su superior lo negaba y presentaba una prueba pericial de parte para respaldar su versión. “Los mensajes están manipulados”, aseguró el exministro, al que su antiguo subordinado le respondió retador: “¿Me estás acusando de cometer un delito? ¿Me estás llamando falsificador?”.

Fernández Díaz insistió en que “nunca” oyó “hablar de 'Kitchen'” y aseveró: “No me creo ese operativo”. En uno de los momentos de mayor tensión del careo, Martínez dijo a su exjefe que le llamaba “a cualquier hora, incluso los fines de semana” para hablar sobre el dispositivo. El exministro negó reiteradamente estar al tanto de la operación a lo que Martínez le respondió: “¿A santo de qué me iba a inventar todo esto?”. “Eso me pregunto yo”, respondió su exjefe, ilustrando el enfrentamiento entre ellos.

La distancia entre ambos se puso de manifiesto desde su llegada. El coche del exministro del Interior le dejó junto a su abogado Jesús Mandri en la calle Génova. El ex secretario de Estado de Seguridad llegó a pie por la Plaza de la Villa de París, también con sus abogados.

Tanto el que fuera ministro en el primer Gobierno de Mariano Rajoy como el ex secretario de Estado de Seguridad, comparecen como investigados en esta pieza separada del 'caso Tándem'´, en la que se investiga la operación parapolicial que se habría puesto en marcha con cargo a los fondos reservados para sustraer documentación comprometedora para el PP de manos de Bárcenas.

A lo largo de las casi dos horas que ha durado el careo se han reproducido los encontronazos. El ex secretario de Estado llegó a decir que se sintió abandonado por el PP y citó expresamente al presidente del partido, Pablo Casado, que a su juicio le dejó desprotegido dejándolo a su suerte de un modo “indigno e inmoral”. Por eso, tomó la decisión de certificar los SMS con un notario.

En ese punto, Fernández Díaz dijo estar sentado ante el juez “por ti” y se preguntó “qué podría haber hecho” por su subordinado. También se quejó que le hubiera llamado “idiota integral, miserable y bobo” cuando al saltar el escándalo, él negó saber nada de esa operación ilegal. Sólo en ese momento Martínez se mostró arrepentido y retiró los insultos.

El exministro del Gobierno de Mariano Rajoy negó haber tenido contacto con los comisarios Enrique García Castaño y José Manuel Villarejo para organizar o estar al tanto de la operación de espionaje a lo que Martínez repuso que para esas tareas “tan delicadas” le mandaba a él e insistió en que Fernández estaba puntualmente informado.

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