El Parlamento catalán aprueba nueva moción independentista desafiando al Constitucional

El Tribunal Constitucional ha dado tres días al Parlamento catalán para que entregue el acta del pleno de este martes. Una sesión que ha adelantado su presidente y en la que los grupos independentistas han aprobado, Y para evitar las consecuencias penales, Roger Torrent, la adelantan en el orden del día para que quede aprobada antes de que llegue requerimiento del Constitucional que había acordado anular la admisión a trámite de dicha resolución, advirtiendo al presidente de la cámara catalana, Roger Torrent, del riesgo de desobediencia.

El polémico texto, iniciativa de la CUP, ha salido adelante gracias al apoyo de JxCat, ERC y la CUP, y la abstención de los comunes, mientras que Ciudadanos, PSC-Units y PPC no han participado en la votación; los naranjas han abandonado el hemiciclo, mientras que socialistas y populares han mantenido su asistencia pero no han votado

Los diputados de Ciudadanos han abandonado la cámara antes de que se iniciara la votación; instantes antes, el presidente del grupo naranja, Carlos Carrizosa, había pedido la palabra y ha preguntado a Torrent si la cámara había recibido una notificación del TC con relación a esta moción, a lo que el presidente del Parlament ha contestado que no.

"No hacía falta requerimiento previo ni comunicación. Sabían perfectamente que lo que hoy nos iba a comunicar el Tribunal Constitucional no iba a ser una cosa distinta a la suspensión de esta moción", ha dicho la portavoz de Cs en el Parlament, Lorena Roldán, en declaraciones a la prensa.

Adelanto de la votación

La iniciativa se tenía que abordar este martes por la tarde, pero el debate ha arrancado poco después de las 09.00 horas después de que ayer Torrent, adelantara el pleno para que se pudiera votar la polémica moción antes de que terminara la reunión del Constitucional, que tenía que ser por la mañana, y que finalmente también se ha adelantado a las 09.30 horas.

Esta suerte de carrera entre el Parlament y el TC ha provocado que la moción del Parlament se haya aprobado casi en paralelo a la decisión del Alto Tribunal de suspender la admisión a trámite de la misma y apercibir por cuarta vez a Torrent de las posibles consecuencias penales de tramitar mociones que reafirmen el objetivo de la autodeterminación, como es el caso del texto de la CUP.

El quid de la cuestión estaría en si Torrent ha recibido una notificación del Tribunal Constitucional con la decisión adoptada antes de la votación o no, algo que el presidente de la cámara ha negado antes de que se llegara a votar, al ser preguntado al respecto.

En el Parlament, el debate previo a la votación del texto de la CUP ha sido convulso desde el minuto cero: nada más empezar la sesión, ERC ha pedido que la polémica moción fuera el primer punto del día, algo que han secundado JxCat, comunes y CUP, pero que ha provocado indignación en el resto de grupos.

Desde las filas de Cs, PSC-Units y PPC han considerado que esta modificación del orden del día es una maniobra "injustificada" y "arbitraria" que constituye "menosprecio a la institución", y han reclamado un informe de los letrados al respecto y que se reuniera la Junta de Portavoces.

"Los gobernantes no están por encima de la ley", ha advertido a Torrent

Pese a estas peticiones, Torrent ha seguido adelante con el debate de la moción, lo que para el diputado de Ciudadanos Ignacio Martín Blanco constituye una "actitud autoritaria". "Los gobernantes no están por encima de la ley", ha advertido a Torrent.

En la misma línea, el líder del PPC, Alejandro Fernández, ha reprochado al presidente del Parlament que haya "pisoteado los derechos y libertades de la oposición", y ha ironizado sobre su actuación para adelantarse al TC: "La desobediencia se queda hoy en un pellizco de monja".

Desde PSC-Units, Ferran Pedret ha dicho que "ningún parlamento puede decidirlo todo", mientras que el diputado de los comunes Lucas Ferro ha defendido que los parlamentos deberían poder manifestar cualquier "voluntad política".

Desde las filas independentistas, JxCat, ERC y CUP han defendido que el Parlament debe poder "hablar de todo" y han deplorado que el TC pretenda coartar las iniciativas parlamentarias.

"¿Qué da miedo?", ha espetado la 'cupaire' Maria Sirvent a las fuerzas constitucionalistas, tras lo cual ha resuelto que España "solo se aguanta por la represión".

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