Rato carga contra De Guindos y Francisco González por su salida de Bankia

  • Asegura que el entonces presidente del BBVA exigió su marcha en 2012
  • Ha acusado al gobierno de Rajoy de apoyarse en sus competidores para apartarle

El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha cargado en la Audiencia Nacional contra el Gobierno de Mariano Rajoy por confabularse con sus "competidores" para apartarle de su cargo, especialmente con Francisco González, entonces al frente del BBVA, quien ha asegurado que fue la primera persona que exigió su marcha de la entidad en mayo de 2012.

También ha reprochado la postura de Deloitte, que después de más de un mes de retraso nunca llegó a emitir su informe sobre los estados financieros de 2011, incumpliendo "su obligación legal", a pesar de que desde la entidad se confiaba en contar con su opinión favorable.

Muy crítico

Con un discurso crítico, Rato ha relatado que una vez cumplidas las exigencias del Banco de España en abril de 2012, días más tarde, el Gobierno, "en una reunión en la que estaban presente tres competidores (BBVA, Santander y CaixaBank", le pide que eleve los saneamientos desde 7.000 hasta cerca de 15.000 millones de euros.

Un cálculo, ha proseguido, que carecía de "base legal alguna" y de la cobertura de las normas contables del organismo regulador, a cuyo entonces gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez el Ejecutivo "pidió silencio".

"Era una petición política del que controla al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y de quien era nuestro jefe", ha dicho Rato, que ha asegurado desconocer "qué se les pedía a otras entidades", pero que en su caso se organizaban "cenas en las que traen a otros para que digan las cifras".

"Nerviosismo y pánico de las autoridades"

En su opinión, esta muestra del "nerviosismo y pánico" de las autoridades derivó en la elaboración de una "situación macroeconómica caótica" a petición del ministro.

Muy contundente se ha mostrado en sus alusiones al exministro de Economía Luis de Guindos, quien "apoyándose" en sus competidores, le comunicó que la entidad "tenía que hacer las revisiones que marcaban las reglas".

Finalmente, el 5 de mayo de 2012, en el último encuentro que mantuvieron "en las oficinas del Ministerio de Economía", el actual vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) pediría su dimisión justo después de que lo hiciera González, cuya testifical solicitaron las partes.

Respecto a los nuevos requisitos del segundo decreto "que jamás fue aplicado", sí habría estado al tanto el socio auditor de Deloitte, Francisco Celma, ha incidido Rato, al que ha dirigido numerosos reproches por no emitir sus valoraciones sobre las cuentas de 2011, posteriormente reformuladas por el actual equipo de Bankia.

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