Sánchez y Casado se acusan mutuamente de fomentar la crispación

  • Casado se queja de que el Gobierno no valore su oferta de pactos de Estado y Sánchez le acusa de querer "derrocarle"

En el Congreso de los Diputados no cesa la crispación y el enfrentamiento dialéctico entre el gobierno y la oposición. Hoy nueva sesión de control centrada en la gestión de la crisis sanitaria. El presidente del Gobierno y el líder del PP se han acusado de fomentar la crispación y la división durante la pandemia, y mientras Pedro Sánchez ha subrayado el "gran fracaso" de la derecha "y la ultraderecha" tratando de hacer caer al Ejecutivo, Pablo Casado le ha culpado de ser él quien extiende este "veneno" junto a sus "socios".

El cara a cara entre Sánchez y Casado ha sido una discusión sobre el reparto de las culpas ante la crispación y la división política que impera en España. Sánchez ha subrayado que el intento del PP junto a Vox de hacer "descabalgar" al Gobierno legítimo ha sido "un gran fracaso" y le ha dicho a Casado que tendrá que elegir el camino a tomar: "Si elige la unidad, aquí está el Gobierno; si continúa la bronca, ahí tiene a la ultraderecha".

Casado, por su parte, ha reprochado a Sánchez que no haya aceptado ninguno de los pactos de Estado que le ha ofrecido, y le ha dicho que si hoy tampoco los valora habrá dejado claro que son el presidente del Gobierno y sus socios "los que esparcen el veneno de la confrontación". "Hoy hemos dejado aquí el antídoto, de usted depende; la pelota está en su tejado", le ha advertido Casado a Sánchez.

Antes, Pablo Casado acusaba al presidente de haber "ocultado" las alertas sanitarias, de "purgar" a la Guardia Civil para esconder sus errores del Ejecutivo y de mostrar "incompetencia" con su "caótico mando único", y le ha reprochado que no revise las cifras de fallecidos con los datos del Instituto Carlos III o el INE. Además, ha lamentado que el Gobierno pretenda hacer creer que "quien no alaba a Sánchez, crispa".

"Menos mal que iba a moderarse y centrar al PP", le ha dicho Sánchez a Casado. Y ha señalado que los populares se han equivocado "uniéndose a la ultraderecha" y creando un frente de "no a todo" y "queriendo dejar caer a un gobierno legítimo votado por españoles". Sánchez ha pedido a Casado que aclare si ahora que todos están "convocados a la reconstrucción económica y social" va a "perseverar en la provocación y la bronca" o piensa retomar el "camino de la unidad", que es lo que demandan los ciudadanos de sus representantes.

Desde Ciudadanos, su portavoz Edmundo Bal recordaba a Sánchez que como presidente, es el responsable de "liderar una política de moderación, constructiva y de pactos de Estado". "Pero parece que su Gobierno no le hace caso, va desmandado", ha agregado.

Como ejemplos, ha mencionado a Pablo Iglesias que acusó a Vox que desear un golpe de Estado o su sugerencia de que la Comunidad de Madrid podría haber cometido delitos por su gestión de las residencias de ancianos o que el ministro de Consumo, Alberto Garzón, dijera que en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado hay "elementos reaccionarios" que "asumen como propio el discurso que invita al golpe del Estado", sin olvidar la que ha liado" el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska en la Guardia Civil o las acusaciones de la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, y de Rafael Simancas, contra el Gobierno madrileño por su gestión de la epidemia.

El 8-M y la Guardia Civil

La diputada de Vox, Macarena Olona ha acusado al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de "odiar a la Guardia Civil" desde que fue protagonista de un supuesto episodio durante el entierro de su compañero José María Lidón, juez asesinado por ETA en 2001, relacionando este supuesto odio con los ceses de los coroneles Diego Pérez de los Cobos y Manuel Sánchez Corbí.

"Hay dos imágenes que muestran su degradación", ha continuado Olona, mostrando dos fotografías desde la tribuna. La primera era de 2001, cuando Grande-Marlaska era uno de los seis magistrados que portaba el féretro de José María Lidón tras ser asesinado por ETA, y otra de diciembre de 2019, "cuando era uno de los ministros que aplaudió a los herederos" de ETA en el Congreso.

"Trabajé para vencer a ETA y sigo trabajando como ministro para que todos los crímenes sean desvelados así como sus autores", de la mano de las víctimas de la organización terrorista, ha respondido Grande Marlaska.

Por su parte, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha acusado al PP de "criminalizar" el 8 de marzo, poniéndolo como un "movimiento que trae muertes" por el Covid19, mientras la portavoz de los 'populares' en esta comisión, Margarita Prohens la ha tachado de "antifeminista" por haber jugado "a la ruleta rusa" con las mujeres animando a participar en las marchas de este año a pesar de conocer los riesgos del virus y, por tanto, ponerlas en riesgo.

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