Los pactos tras las elecciones se mueven en Barcelona y este miércoles hemos asistido a un golpe de efecto del socio de Albert Rivera, Manuel Valls, quien se ha ofrecido a facilitar un gobierno de Ada Colau y el socialista Jaume Colboni. Pero el presidente de ciudadanos ha frenado el ofrecimiento y asegura que irán a la oposición.
Por otra parte, Vox ya ha avisado que si el PP y Ciudadanos no se sientan con ellos, no habrá gobiernos alternativos a la izquierda, según ha dicho su presidente Santiago Abascal.
Frenar a ERC
El alcaldable de Barcelona Manuel Valls quiere con su ofrecimiento contribuir a una "solución positiva para Barcelona", en una confluencia que deje fuera de la alcaldía al independentismo y sin pedir "nada a cambio". A su juicio, "lo más importante es contener la llegada del alcaldable ERC, Ernest Maragall, a la alcaldía de la capital catalana".
"Es la hora de la responsabilidad y hacer gestos de responsabilidad: Ada Colau, Jaume Collboni y nosotros", ha afirmado Valls en su primera rueda prensa tras las elecciones del domingo en las que consiguió seis concejales, un resultado que ha reconocido es "decepcionante".
Ciudadanos no lo ve
Pero ciudadanos le desautoriza porque dicen que el único con el que están dipuestos a negociar con condiciones es con el socialista Collboni. Los de Rivera son, claves en los pactos, y en las combinaciones con el PP el tercero necesario exige la foto.
Por otra parte, la portavoz de Coalición Canaria en el Congreso, Ana Oramas, le pide abstención en la investidura de Pedro Sánchez, para que el PSOE gobierne con mayoría simple.
Sánchez y la crisis de Podemos
Mientras Pedro Sánchez ha dado un toque de atención tanto a Rivera y la exigencia de que renieguen de sus políticas, como a Pablo Iglesias, con un jarro de agua fría a pretensión de un gobierno de coalición.
Sánchez sigue apostando por un gobierno en solitario, en que que quizá podría tener cabida Susana Díaz una vez firmada la tregua con Ferraz ,para que dejara de encabezar el PSOE andaluz.
Lo cierto es que los malos resultados de Podemos debilitan la posición de Iglesias a la hora de negociar y ha sumido a la formación en una enorme crisis interna como la que vive en partido en Castilla-La Mancha cuya dirección ha dimitido en bloque y reclama una gestora.
Mientras, la crisis ha afectado también a Xulio Ferreiro que abandona la política tras perder la alcaldía de A Coruña
