Continúan las críticas, los apoyos y, sobre todo, las incógnitas tras las graves acusaciones de acoso sexual contra Plácido Domingo en la década de los 80. En tenor ha visto como varias de sus actuaciones han sido ya canceladas en Estados Unidos, mientras que en Europa, otras entidades musicales le dan un voto de confianza. El efecto Metoo alcanza a Plácido Domingo, con cancelaciones en cascada de sus conciertos. En la orquesta de Filadelfia o la Opera de San Francisco.
En los Ángeles, ciudad donde es muy querido porque dirige su ópera desde 2003, la institución ha contratado una investigación externa. Sin embargo, el Festival de Salzburgo, mantiene en su agenda al artista y no se cree el relato de Patricia Wulf. Una cantante, en cuya carrera destacan su debut como soprano en La Bohème y en los años 90 en la Ópera de Washington,las funciones en las que coincidió con Mirella Freni y Plácido Domingo. Y cuando supuestamente sucedió el acoso. Ahora vive retirada en una granja de Virginia.
En España de momento a salvo
En España de momento no llega el efecto Me Too. Cantantes que han trabajado con él como Paloma San Basilio, Pilar Jurado, Presidenta de la SGAE, la soprano canaria, Davinia Rodriguez, Maria José Suárez, la soprano Mariola Cantarero, coinciden en describirle como un caballero.Teatros que tienen citas próximas con el tenor como el Liceu y el Real no se han pronunciado de momento y en el Palau de les Arts de Valencia esperan a saber la resolución de la acusaciones.Pero es al otro lado del océano donde Plácido Domingo se la juega. La Ópera Metropolitana de Nueva York no ha dicho nada todavía, y allí nuestro tenor es considerado un rey.
