Las rebajas no esperan este año al 1 de julio y se adelantan una semana para tratar de aprovechar el tirón de ventas tras el confinamiento. Son los grandes almacenes los que dan este paso, aunque las previsiones del comercio no son muy optimistas.
Prevén una facturación un 20% inferior a la del año pasado.
Los comerciantes quieren salvar la temporada y por eso no faltan las gangas.
La Confederación del Comercio calcula que 70.000 comercios, sobre todo pequeñas tiendas, podrían no superar el verano y tener que cerrar. Supone el 15% de todas las tiendas que hay en España.
Si en algo coinciden todos los que han visitado los comercios es que iguales a las de otros años, desde luego no son.
No hay aglomeraciones ni probadores, mientras las mascarillas y los hidrogeles son obligatorios.
Los compradores que se han acercado hasta los centros reconocían que había menos gente aunque los precios, aseguran, merecen la pena.
