La tierra ha temblado en la provincia de Catania con un terremoto de 4,8 grados en la escala Richter. Un temblor a solo 1 kilómetro de profundidad que deja 28 heridos leves y daños estructurales muy llamativos.
Los mayores efectos se han notado durante la noche, con casas parcialmente derrumbadas, grietas en las paredes y desprendimientos en algunas iglesias.
Se trata de uno de los 150 seismos derivados de la actividad eruptiva del Etna, que sigue escupiendo gases y toneladas de lava que iluminan la isla de Sicilia desde el día de Nochebuena.
El delegado del gobierno en Catania ha informado que la lava se está enfriando y la erupción está disminuyendo ligeramente.
Aunque el volcán más activo de Europa mantiene una evolución impredecible y ha contagiado su actividad al Stromboli, con el que está interconectado, y que registra una ligera actividad eruptiva con explosiones y sin salida de lava de su interior.
El aeropuerto de Fontanarossa en Catania vuelve a estar a pleno rendimiento tras cerrar el lunes debido a la columna de gases generada por 3 de los 5 cráteres del Etna.
