El 31 de agosto de 1997, Diana de Gales falleció en París en accidente de tráfico junto a su pareja, el empresario egipcio Dodi Al-Fayed, y al chófer de ambos. Desde su boda en 1981 con el príncipe Carlos de Inglaterra, Diana Spencer se convirtió en la mayor figura mediática de los ochenta y los noventa y en objetivo de los paparazzi. Precisamente huyendo de ellos, el vehículo en el que ambos viajaban tuvo un fortísimo accidente en el Puente del Alma que finalmente acabó con su vida.
Si Diana Spencer ya contaba con las simpatías del pueblo británico por su labor humanitaria durante su matrimonio, tras su trágico fallecimiento su figura se elevó a la categoría de mito. La Familia Real británica tuvo que ceder ante el fervor popular y rindió homenaje a Lady Di con un funeral de Estado, a pesar de que entonces ya estaba divorciada del príncipe Carlos.