El 26 de diciembre de 2004 un terremoto de 9,3 grados en el océano Índico provocó un gigantesco tsunami que causó la muerte de 230.000 personas, el mayor desastre natural de la historia.
El epicentro del temblor se situó a 80 kilómetros al oeste de Banda Aceh, en la parte noroccidental de la isla indonesia de Sumatra, a 30 kilómetros de profundidad. Las olas generadas por la magnitud del terremoto llegaron a las costas no sólo de Indonesia, sino también de Sri Lanka, India, Tailandia, Malasia, Bangladesh, Birmania e incluso Somalia, en el continente africano.
Las olas se introdujeron en la tierra y literalmente devoraron pueblos y enteros y varios resorts de vacaciones. El sudeste asiático es uno de los destinos turísticos más visitados del mundo.